EP (29-04-13).- El abastecimiento de energía eléctrica es una necesidad creciente en Latinoamérica, en especial, en aquellos países donde su generación puede ser escasa y que de por si invoca la necesidad de llegar a acuerdos binacionales o multinacionales entre países que están inmersos en una región. El fin es que el servicio llegue a todos con un precio accesible
Según la Comisión de Integración Energética Regional (CIER), en el ámbito geopolítico Bolivia tiene una posición envidiable con respecto a otros países por el hecho de estar ubicado en pleno corazón de Sudamérica. A esto se añade la gran cantidad de recursos naturales con el que se cuenta en materia de hidrocarburos y el potencial de generación de electricidad de fuentes renovables.
Según la CIER el factor de la pobreza y el crecimiento demográfico son factores que provocaron el crecimiento de la demanda. Hay regiones que siguen utilizando energía en base a leña y es preciso llegar a acuerdos que permitan una matriz energética más grande que permita que la electricidad llegue a todos como sucede a nivel de la Comunidad Económica Europea (CEE).
En el contexto de la región las mayores trabas para un desarrollo energético son las diferencias políticas e históricas que existen entre los gobiernos. Según el director ejecutivo de la CIER, Juan José Carrasco, estos aspectos impiden que haya acuerdos comerciales favorables entre los países para que hagan intercambios o exportación de energía.
Bolivia centro motor
En el caso de Bolivia, con excepción de Chile, con el que sostiene un problema por causa de su mediterraneidad, existen grandes posibilidades de negocios con sus vecinos no solo en la perspectiva de exportar gas natural (GNV) sino que también con los años, “a través de la hidroelectricidad”, abastecer a países con un gran crecimiento demográfico.
Bolivia puede ser un centro energético vital para toda la región en la perspectiva de encontrar integración y por el potencial hidrocarburífero y toda la fuerza de la cuenca amazónica que pasa por la región que busca tener una “matriz energética común”.
“Bolivia está conectado a dos países, que junto con Venezuela y México, tienen la mayor de población que requiere abastecerse de energía eléctrica. Involucran el 80 por ciento de toda Latinoamérica, y yo creo que desde ese punto ganaría un mercado importante con Argentina Brasil lo que incluiría a Paraguay y Uruguay que también tienen crisis en su demanda”.
La CIER considera que a nivel de hidrocarburos en la actualidad la posición de Bolivia es estratégica y muy importante por la vinculación que pueda tener convirtiéndose en el corazón de provisión de energía eléctrica con la provisión de gas en Sudamérica. Además, su potencialidad puede hacerla poderosa en función a la concreción de proyectos de energía alternativa como la hidroeléctrica, geotermia y eólica.
Bolivia potencia económica
“Este país puede generar un valor económico importante, porque al usar energía alternativa, puede ahorrar combustible con el fin de exportarlo a otros países que limitan con sus fronteras”.
Según Carrasco en otras regiones como Europa existe una conciencia plena de intercambiar recursos para abaratar servicios y tarifas. “Para lograr estos intercambios – en un contexto como Latinoamérica- necesariamente un país necesita contar con recursos energéticos, infraestructura para vender esos recursos energéticos y establecer reglas con las cuales intercambiar. Estos elementos todavía hay que desarrollarlos más en Latinoamérica”.
Para el CIER lo más importante es que los gobiernos asuman políticas que permitan una mayor implementación técnica para desarrollar proyectos sostenibles que beneficien a toda la región.
“Bolivia tiene recursos importantes para generar su desarrollo. Lo importante es que definan cómo manejarlo y en base a que acuerdos regionales o bilaterales, La perspectiva es de mayor progreso para contar con carreteras, hospitales y otros que vayan a favor de su propia sociedad”.
Bolivia necesita desarrollar tecnología para explotar sus recursos como es el caso de generación de energía eléctrica. La política del Estado Boliviano prevé que para el 2025 se genere 6 mil mega vatios de potencia con el fin de exportar más de la mitad de este recurso a sus países vecinos.
Carrasco señala que entre los países que acuerdan un negocio de intercambio, debe ser con reglas claras para que ganen las dos partes.
El tema de que sea regional permite que los precios se abaraten pero al mismo tiempo de réditos importantes a los Estados.
Integración: Latinoamérica aún está lejos
“En Latinoamérica se pueden dar esas integraciones porque hay complementariedades, algunos (países) pueden desarrollar recursos de tipo renovable, otros recursos hidroenergéticos, hay otros como Bolivia que tienen hidrocarburos, en particular gas. Esos recursos pueden cumplir distintas funciones para cubrir la demanda energética de los diferentes países, en el marco de acuerdos, ayuda y negocios mutuos”, afirma Juan José Carrasco, director de la CIER.
La realidad actual no es muy optimista, hay factores políticos históricos y de relación comercial que han impedido que el intercambio sea mayor en Latinoamérica. Según el informe del CIER en la reunión anual del ARIAE que se desarrolló en el hotel Los Tajibos en la región solo se ha llegado a concretar el 20 por ciento de las intenciones de” intercambio” de energía entre las distintas naciones.
Lo ideal sería que cada país defina una estrategia de interés común con otro país con el objetivo de llegar a una relación comercial óptima dejando de lado alguna diferencia que pueda impedir esa integración. Latinoamérica pese a contar con raíces culturales comunes aún no ha resuelto problemas históricos y diferencias políticas.
El ejecutivo añade que es necesario que en estos intentos estén inmersas entidades técnicas como las reguladoras de electricidad de cada país. De esa manera se contemplaría más las necesidades de una manera proactiva y sobreponiéndose a los intereses políticos.
Dichas reguladoras actuarían como intermediadoras a los gobiernos de su propio estado y establecerían la factibilidad técnica para ver si es viable los intercambios comerciales. La CIER considera que las condiciones en los últimos años son más propicias para alcanzar una mayor integración en la región.
La evolución ha sido mayor con respecto a las últimas décadas donde el intercambio de energía solo se daba en las líneas fronterizas y no así entre estados. El ideal es agrandar la red matriz en toda la región y a través de organizaciones de integración como Mercosur, Merconorte y la Comunidad Andina.
En la actualidad los intercambios son en su mayor parte a través de convenios bilaterales y no multilateral, sin embargo, la predisposición para los próximos dos quinquenios es que se desarrollen entre cuatro o más países que son parte de un bloque.
Fuente: EnergyPress
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