miércoles, 17 de mayo de 2017

Carta Abierta a Eduardo Rodríguez Veltzé sobre reforma de la justicia y elección de autoridades del órgano judicial



Carta Abierta

Señor
Eduardo Rodríguez Veltzé

Estimado ciudadano:

El 9 de junio de 2005 usted asumió la Presidencia del Estado boliviano con el mandato expreso de convocar a las elecciones anticipadas de diciembre de 2005, en las que nuestro actual Presidente, Evo Morales Ayma, ganó con una histórica mayoría absoluta de votos. Según registran fuentes de información, usted “consideraba excepcional su paso por la Presidencia, y aseguró que no le animaba ningún propósito de orden político, partidario o personal, ya que era un miembro de la Corte Suprema y pretendía "seguir siéndolo"[1]. Lo cual era evidente por el impulso que le dedicó a abrir el camino de la reforma judicial, mientras fue Presidente de la Corte Suprema. El 22 de enero de 2006, posesionó al Presidente Morales y se abrió una intensa y esperanzadora etapa para la transformación del Estado y, con la realización de la Asamblea Constituyente, entre 2006 y 2007, para la reforma del órgano de justicia, entre otras tareas constituyentes que continuaron luego de la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado por voto ciudadano, en 2009. El mandato expreso de convocar a elecciones anticipadas fue un servicio al país que interrumpió su labor para encarar la reforma judicial, pero no cerró su posibilidad.

El 3 de abril de 2013, usted fue nombrado agente de Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya con otro mandato expreso: representarnos en la demanda contra Chile, para que el diálogo sea la vía que permita nuestro acceso soberano al mar. Bajo la política de Estado definida por nuestro presidente, luego de reuniones con expresidentes bolivianos y acompañado de un equipo internacional, usted desarrolló una estrategia que hoy está consolidada. Este mandato expreso con seguridad nos llevará a buen puerto. Los mandatos, a diferencia de otras decisiones de representación política, son mecanismos democráticos más apegados a la ciudadanía y a las decisiones soberanas. En este caso, el mandato del equipo boliviano ante La Haya es colectivo, aunque las responsabilidades no dejan de ser personales. Pero la responsabilidad por la Patria es un bien mayor que debemos precautelar ante cualquier circunstancia, y el equipo boliviano tiene una solidez que a la contraparte chilena le resulta insoportable por varias razones, entre ellas porque sus representantes se debaten en los rincones de la política con minúscula, convocando a oscuros oráculos para posibles candidaturas en las elecciones de su país. Por el contrario, nuestro equipo ante La Haya no tiene pretensiones mezquinas y le cobija el espíritu de servicio a políticas de Estado. Ustedes ya cumplieron con ese mandato expreso, y sin duda lo seguirán haciendo en los terrenos de La Haya o donde Bolivia les convoque.

Ese espíritu de servicio al bien común hoy tiene otro nombre y se llama reforma de la justicia. De allí emerge otro mandato expreso, imperativo: la elección de máximas autoridades del órgano judicial. Es el momento de contar con las mejores mujeres y hombres, por su formación y los méritos necesarios para asumir un gran desafío. Pero de nada sirven la formación y los méritos sin cualidades idóneas, ética profesional y capacidad de liderazgo en la reforma del órgano de justicia. La elección por voto ciudadano es el otro factor decisivo para que esos rasgos cuenten con legitimidad. El voto garantiza la confianza, el apoyo ciudadano para una auténtica coordinación y cooperación entre órganos de poder; clave para la igualdad jerárquica entre órganos del Estado que no pueden subordinarse entre sí.

Por estas razones, estimado ciudadano, lo sabe al igual que yo, ese otro mandato expreso  emergerá del proceso electoral para autoridades del órgano de justicia. Usted tiene la posibilidad de retornar fortalecido por las transformaciones que vive Bolivia, a su anhelo personal, profesional y ciudadano de encarar la reforma en la administración de justicia. Mi experiencia como partícipe del proceso constituyente y como senador de la primera Asamblea Legislativa del Estado Plurinacional me indica que es un camino correcto. Como hijo de quienes nos dieron el orgullo de nacer en Bolivia, como padre de familia y ciudadano hijo de esta Patria, le solicito que se presente a las elecciones judiciales de octubre próximo. Le convoco a que acepte éste desafío que es, en realidad, el desafío de todas las bolivianas y bolivianos.

Un atento saludo,

Adolfo Mendoza Leigue

Cochabamba, mayo de 2017.


[1] https://www.cidob.org/biografias_lideres_politicos/america_del_sur/bolivia/eduardo_rodriguez_veltze.