CD (29-04-13).- A comienzo de la década del ’90, mientras la izquierda mundial asistía al derrumbe del socialismo en la Unión Soviética y Europa del Este, de este lado de la Tierra, un grupo de partidos y movimientos sociales de izquierda, que a la postre se convertiría en el Foro de Sao Paulo – aupados por el liderazgo fundador de Luiz Inácio Lula da Silva y Fidel Castro– trabajaban por crear un espacio de diálogo dentro de la diversidad, pero apostando a la unión y la integración.
Más de dos décadas después, la izquierda latinoamericana ha llegado al poder en una decena de países. No sería la vía armada, sino la electoral, la forma de ascenso de los procesos alternativos en el continente. Los partidos de izquierda ya no solo constituyen la oposición, sino que trabajan, desde los gobiernos, en pos de una estrategia que permita consolidar los cambios sociales, políticos y económicos operados en la región.
¿Cuáles son los retos del Foro de Sao Paulo? ¿Qué perspectivas de trabajo se vislumbra dentro de la izquierda latinoamericana? ¿Cómo enfrentar la injerencia imperialista en nuestra región? De estos y otros temas conversamos con Valter Pomar, secretario ejecutivo del Foro de Sao Paulo, por estos días en La Habana para la reunión del Grupo de Trabajo del Foro.
–Valter, en el año 1993 en la clausura del IV Foro, Fidel Castro hablaba de la necesidad de la integración y la unidad de la izquierda en América Latina; decía incluso que se construyera con Socialismo, o sin él. ¿Por qué, 20 años después volver a abordar el tema de la unidad y la integración?
–El proceso histórico latinoamericano creó sociedades distintas entre sí y en cada una de ellas la izquierda tiene que adoptar estrategias distintas también. Esto no significa que no tengamos que tener una estrategia continental común. ¿Por qué? Pues porque independiente de la orientación política que sigamos en cada país, el éxito de nuestras estrategias nacionales, sea socialista o de desarrollo capitalista con bienestar social, cualquiera que sea, solo tendrá éxitos si tuviéramos al mismo tiempo una integración regional que nos proteja.
El imperialismo, las metrópolis, el capitalismo internacional impide el éxito tanto de la estrategia socialista, como de la desarrollista salvo que tuviéramos una red de integración que nos proteja, que nos permita desarrollar estos procesos nacionales, cada cual por su camino. Por eso el tema de la unidad, el tema de la integración sigue teniendo vigencia actual.
–¿Qué esperan los integrantes del Grupo de Trabajo del Foro de la reunión en La Habana los días 29 y 30 de abril?
–Esta reunión tiene el propósito de preparar el décimo noveno encuentro del Foro de Sao Paulo que será en Brasil del 31 de julio al 4 de agosto. La reunión del grupo de trabajo será una oportunidad para debatir el documento base, y en profundidad, los temas que están por detrás de este documento base. De una parte, una evaluación de la crisis del capitalismo, su estado actual, su impacto en la región, y de otra parte una estrategia de unidad regional que se materializa fundamentalmente en el tema de la integración. La reunión tiene estos dos propósitos.
–Ante la impronta de una izquierda que se convirtió en gobierno en una decena de países latinoamericanos, ¿cuáles serían los desafío del Foro de Sao Paulo?
–Primero, pues donde somos gobiernos tenemos el desafío de profundizar los procesos de cambios, porque ganamos elecciones, ascendemos a los gobiernos nacionales; pero heredamos una estructura social, política e ideológica que no fue construida por y para nosotros y mucho menos para los pueblos. Tenemos el reto de profundizar los procesos de cambios para tener más democracia, más bienestar social, más soberanía nacional, más integración regional y construir vías estratégicas de desarrollo con el sentido que la izquierda en cada país quiera dar.
Un segundo desafío es tener gobiernos de izquierdas como palanca para acelerar los procesos de integración. El proceso de integración en América Latina avanzó mucho, pero aún está muy retrasado frente a lo que necesitamos. Los partidos tienen el rol de hacer que los gobiernos sean más rápidos y eficaces en los procesos de integración.
En un tercer nivel debemos recordar que no somos gobiernos solamente, también partidos y movimientos sociales dentro de cada país y oposición en otros, lo que establece una dialéctica compleja donde los gobiernos tienen que mantener las relaciones diplomáticas normales y productivas con otros gobiernos de orientación política distinta en el ámbito de la CELAC y de la UNASUR.
Al mismo tiempo, los partidos que son gobiernos en algunos países, tienen que dar apoyo y solidaridad a los partidos que son oposición en otras partes de Latinoamérica y que queremos que asciendan al gobierno. Estos escenarios complican mucho la actuación de los partidos del Foro de Sao Paulo que pasan a tener que interrelacionarse con los movimientos, con los partidos en el ámbito nacional y con los gobiernos en el ámbito regional.
–Hemos visto el apoyo que el Foro le ha brindado al gobierno recién electo en Venezuela. ¿Qué más puede hacer el Foro por el proceso bolivariano?
–Lo que tenemos que seguir haciendo es dejar claro, para la comunidad internacional, que la izquierda venció la elección en Venezuela. Nicolás Maduro es el presidente legítimo, legal y sobre esto, no puede quedar ninguna duda.
En segundo lugar, debemos brindar solidaridad política. Los compañeros y las compañeras de Venezuela tienen muchos retos, entre los cuales está consolidar su liderazgo colectivo. Otro reto importante es el proceso de cambio en la economía venezolana, para que tengan seguridad alimentaria y autonomía industrial. Que se liberen de la renta petrolera que les viene ya de un siglo. Ellos tienen conciencia de esta necesidad y saben que es una necesidad.
Esta situación sería resuelta más rápidamente, si contaran con el apoyo, no solamente político, sino también práctico, de las demás economías de la región. Yo entiendo que son estos los atributos fundamentales: la solidaridad política y la solidaridad económica y social. Estamos actuando en un escenario donde la derecha internacional y nacional está muy agresiva y envalentonada.
–Se percibe una contraofensiva del imperialismo norteamericano en la región: golpe de estado en Honduras, golpe de estado parlamentario en Paraguay, desconocimiento de resultados electorales en Venezuela, intentos golpistas en Bolivia y Ecuador. ¿Hacia dónde va el Foro…?
–Tenemos primero que nada tomar conciencia de la contraofensiva. Luego, acelerar el proceso de concertación y unidad entre los partidos, movimientos y gobiernos. Veamos el caso de Paraguay, donde para la elección del 21 de abril, el Foro de Sao Paulo hizo esfuerzos para que la izquierda paraguaya presentara una única candidatura, una única lista parlamentaria. No tuvimos éxito y el resultado es que las izquierdas paraguayas salieron en tercero, cuarto y quinto lugar dentro del proceso electoral, que constituye una derrota política más que electoral. Entonces tenemos que tomar conciencia de la situación y tomar medidas para que la unidad se materialice.
Hay que tener en cuenta que la batalla principal es por la conciencia popular. Lo que va a determinar, en última instancia, quién vencerá, serán los mismos que determinaron en periodos anteriores la conciencia de la mayoría de la población.
Fuente: Cuba Debate
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