viernes, 9 de agosto de 2013

La unidad de los pueblos indígenas consolidó la Bolivia de hoy

PC (8-08-13).- Bolivia reconoce a los pueblos indígenas como actores fundamentales que consolidaron el proceso de transformación del viejo Estado colonial, imperialista y neoliberal al nuevo Estado Plurinacional.

“Los pueblos indígenas tienen un papel protagónico en la transformación de nuestro país”, subrayó en entrevista con Cambio el viceministro de Interculturalidad, Ignacio Soqueré Tomichá.

La “unidad” y la “unanimidad” de los pueblos indígenas en la toma de decisiones son las características que posibilitaron su inclusión en la estructura Estatal actual, según el Viceministro.

La autoridad se refirió a este punto en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, conmemorado el 9 de agosto de cada año, como hoy.

En esa dirección, ponderó el reconocimiento otorgado por la Asamblea General de las Naciones Unidas por haber declarado esta fecha como justo homenaje a las luchas protagonizadas por los movimientos sociales

“Gracias a los movimientos sociales de los pueblos indígenas y a los valores que nos dejaron Túpac Katari y Bartolina Sisa hemos construido un instrumento político de liberación”, expresó en uno de sus discursos el presidente Evo Morales, quien destaca constantemente que la propuesta de emancipación económica, cultural y social actual es producto de la lucha y el ejemplo de nuestros antepasados.

Señaló que es menester realizar un esbozo de los sucesos históricos que consolidaron a Bolivia como un pueblo libre, digno y soberano.

“Los pueblos indígenas siempre opusieron resistencia a los atropellos a los que eran sometidos”, complementó al respecto el Viceministro de Interculturalidad.

Hitos históricos de los pueblos en Bolivia

El primero y más reconocido de las luchas indígenas de nuestros antepasados es el comandado por Julián Apaza (Túpac Katari) y su esposa Bartolina Sisa en 1781, con el denominado cerco a La Paz, que puso en jaque —por primera vez en territorio boliviano— a las autoridades coloniales españolas.

Un siglo más tarde, en 1899, fue el comando indígena de Zárate Willka el que planteó la estatalidad liberal, que se posesionó hasta 1952, cuando se instauró lo nacional popular.

Años más tarde, se produce una sucesión de marchas indígenas que —según Soqueré— gestaron el nuevo Estado que hoy vivimos.

Estas movilizaciones fueron protagonizadas por numerosas cantidades de indígenas que demandaron el respeto a los derechos de los pueblos bolivianos, que durante siglos fueron vulnerados por el sistema colonial e imperialista.

La primera fue en 1990, denominada Marcha por el Territorio y la Dignidad. El logro de esa movilización fue la aprobación de un decreto supremo que reconocía la existencia de los primeros territorios indígenas y el reconocimiento nacional e internacional de la presencia de los pueblos indígenas de las tierras bajas.

La segunda, en 1996, fue la Marcha por el Territorio, el Desarrollo y la Participación Política de los Pueblos Indígenas, donde participaron miembros de la Confederación de Indígenas del Oriente Boliviano (Cidob), quienes consiguieron la promulgación de la Ley INRA y el reconocimiento de 33 territorios comunitarios de origen (TCO).

En el año 2000 se dio la Marcha por la Tierra, el Territorio y los Recursos Naturales, protagonizada por la Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz (CPESC), el pueblo mojeño del Beni y otros pueblos de la amazonia, y tuvo como resultado la modificación de la Ley INRA y un decreto que reconocía las lenguas de los pueblos indígenas de las tierras bajas.

En mayo de 2002 se dio la Marcha por la Soberanía Popular, el Territorio y los Recursos Naturales. En la culminación de este recorrido se firmó un convenio con el Gobierno y los parlamentarios, que comprometieron a la Asamblea Nacional Constituyente como mecanismo de reforma a la Constitución Política del Estado.

“Estas marchas visibilizan a los indígenas de tierras bajas, que ensamblan una alianza con los campesinos de la región andina en busca de la reforma de la Constitución Política”, consideró el presidente de la Comisión de Constitución, Derechos Humanos, Legislación y Sistema Electoral de la Cámara de Senadores, Adolfo Mendoza.

El legislador subrayó que a partir del año 2000 las luchas sociales ya no empiezan sólo a cuestionar a los gobiernos, sino a la propia estatalidad colonial y republicana, demandando un nuevo proyecto de país y una nueva comprensión del Estado.

“Junto con estas marchas y con las luchas de la Guerra del Agua y del Gas (2003) surge la necesidad de convocar a la Asamblea Constituyente no sólo para reformar una nueva Constitución, sino incluir a los sectores marginales de los espacios urbanos y rurales para construir un nuevo Estado”, hizo notar Mendoza.

Indígenas en la Constitución

Los resultados del largo proceso de lucha comandado por las fuerzas indígenas se consolidaron durante el proceso constituyente que elaboró la actual Carta Magna boliviana, afirmó el Viceministro.

“Por primera vez en la historia los pueblos indígenas forman parte de la Constitución Política del Estado”, sostuvo refiriéndose al capítulo cuarto de la principal norma legislativa del país, elaborada desde 2006 y aprobada por todo el país en 2009.

La norma garantiza el respeto y el goce del derecho a existir libremente, a tener su propia identidad cultural, creencia religiosa, espiritualidad, cosmovisión, prácticas y costumbres.

“El Estado garantiza, respeta y protege los derechos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos consagrados en esta Constitución y la ley”, establece el numeral III del artículo 30 de la Carta Magna.

En la actualidad, “el Estado Plurinacional toma como su esencia principal la pluraliridad de los 36 pueblos indígena originarios —a los que se añade—, la comunidad afroboliviana”, remarcó el jefe de la Unidad de Políticas Intracultural-Intercultural y Plurilingüismo del Ministerio de Educación, Wálter Gutiérrez.

Remarcó que la visibilización de los pueblos está garantizada a través del artículo 5 de la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y del artículo 13 de la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas.

El artículo 5 del texto constitucional incluye como “idiomas oficiales del Estado el castellano y todos los de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, que son el aymara, araona, baure, bésiro, canichana, cavineño, cayubaba, chácobo, chimán, ese ejja, guaraní, guarasu’we, guarayu, itonama, leco, machajuyai-kallawaya, machineri, maropa, mojeño-trinitario, mojeño-ignaciano, moré, mosetén, movima, pacawara, puquina, quechua, sirionó, tacana, tapiete, toromona, uru-chipaya, weenhayek, yaminawa, yuki, yuracaré y zamuco”.

Movimiento indígena boliviano se destaca como referente mundial

Pueblos indígenas y autoridades latinoamericanas destacan el movimiento indígena boliviano como un referente mundial, aseguró el viceministro de Interculturalidad, Ignacio Soqueré Tomichá.

El hecho se encarnó en el último tiempo —según la autoridad— en el reconocimiento al presidente Evo Morales, primer indígena en llegar a la presidencia de un Estado, quien hoy es considerado “líder defensor de la dignidad de los pueblos contra los abusos del imperio”.

Basado en este hecho histórico manifestado de forma pública en la Cumbre Mundial Antiimperialista y Anticapitalista, desarrollada en Cochabamba, Soqueré subrayó: “Hoy el mundo tiene los ojos puestos en Bolivia”.

Este reconocimiento al pueblo indígena de nuestro país es compartido también por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien en reiteradas oportunidades se refirió a éste como “un pueblo valeroso”.

“Sería imposible entender la gesta de independencia de hace 200 años sin comprender la resistencia de tres siglos de los pueblos indígenas del continente”, expresó Maduro en su primera visita oficial a nuestro país como primer mandatario de Venezuela.

En la oportunidad, Maduro manifestó su admiración por la lucha de los pueblos indígenas latinoamericanos y en especial de los bolivianos. “Fueron los hijos de los indígenas latinoamericanos quienes batallaron en los campos y derrotaron al imperio español”, dijo.

“El proceso de cambio logrado por los pueblos indígenas bolivianos es un verdadero ejemplo para el resto de los pueblos de Latinoamérica”, reconoció el fundador del Comité de Unidad Campesina de Guatemala, Domingo Hernández Ixcoy.

Fuente: Cambio

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