miércoles, 23 de noviembre de 2011

La quinua puede alimentar a buena parte de la humanidad

PL (22-11-11).- La quinua, un grano originario de la zona altiplánica de la cordillera de los Andes, podría convertirse en una solución alimentaria para buena parte de la humanidad.

Crece en tierras áridas y semiáridas, con amplia variedad genética de más de tres mil ecotipos y enorme capacidad de adaptación a climas adversos y hábitats diferentes, de hasta cuatro mil metros sobre el nivel del mar.

El Gobierno boliviano impulsa por ese motivo una campaña mundial para que la Organización de Naciones Unidas declare a 2013 como Año Internacional de la Quinua, tras lograr, además del reconocimiento de la FAO, la aprobación de ese petitorio en la última Cumbre Iberoamericana, recién celebrada en Paraguay.

Tras un encuentro con el cuerpo diplomático acreditado en La Paz, para consolidar esa declaratoria, el vicecanciller Juan Carlos Alurralde declaró a Prensa Latina que Bolivia ofrece al mundo uno de los más grandes regalos de la tierra, pues este alimento rico en nutrientes y proteínas podría coadyuvar al alivio del hambre en el planeta.

La quinua, subrayó, por sus propiedades nutricionales, gran capacidad de adaptación al medio y su humildad dentro de los requerimientos de suelo y agua, constituye un gran potencial para dar alternativas y fortalecer la seguridad alimentaria de la humanidad.

“Eso es lo que queremos ofrecer al mundo dentro de nuestro concepto de diplomacia por la vida, para mejorar las condiciones de subsistencia y luchar por el agua, la Madre Tierra, la biodiversidad, y en contra del cambio climático”, observó Alurralde.

De constituirse el año de este cereal en 2013, el diplomático vaticinó que se celebraría igualmente en el Estado Plurinacional el primer congreso internacional de esa planta, a fin de generar una importante agenda científica futura que cubriría demandas existentes en el asunto y fortalecería el sistema boliviano de investigación.

La ministra de Desarrollo Rural y Tierras, Nemecia Achacollo, destacó que “éste es un alimento que vamos a tener que seguir promocionando y no sólo Bolivia, continuó, sino también junto con Perú y Chile”. Está considerado entre los cultivos más antiguos de la región andina, con unos 7.000 años de producción y en cuyo laboreo participaron grandes culturas como la de Tiwanaku y la incaica.

Propiedades

La quinua es el único alimento vegetal que posee todos los aminoácidos esenciales (20), de acuerdo con estudios de la estadounidense Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA), que lo usa en la dieta de sus astronautas.

La FAO declaró que la quinua Chenopodium quinoa willd contiene el balance de proteínas y nutrientes más cercano al ideal: Tiene 40% más de lisina que la leche, el aminoácido más importante para los seres humanos; no tiene colesterol ni gluten, y presenta vitaminas como A, C, D, B1, B2, B6 y ácido fólico.

Rica en minerales como fósforo, potasio, hierro, magnesio y calcio, tiene un valor calórico mayor al del huevo y la leche, y comparable al de la carne, mientras por su alto contenido proteico (13 %), superior a otros granos como el trigo, el arroz, el maíz y la avena, es ideal para sustituir a las proteínas de origen animal.

En su aporte a la medicina, su valioso contenido de magnesio contribuye a relajar los vasos sanguíneos, previniendo la constricción y dilatación de éstos.

Es buena fuente de riboflavina (vitamina B2), necesaria para la producción de energía a nivel celular. Se ha demostrado que su consumo reduce la frecuencia de ataques de migraña y que una dieta rica de este grano ayuda a que los celíacos (intolerantes al gluten) recuperen la función del intestino en menos tiempo.

Bolivia, Perú y Ecuador

La quinua, cuya mayor diversidad genética se encuentra en Bolivia, Perú y Ecuador, contiene fitoestrógenos, sustancias que previenen o reducen enfermedades crónicas como osteoporosis, arterosclerosis, cáncer de mama y otras alteraciones femeninas postmenopáusicas, causadas por falta de estrógenos. Mientras, su alto contenido de lisina promueve el desarrollo del cerebro humano y el crecimiento integral de las personas.

Otra de las bondades de esta alternativa productiva frente al cambio climático, debido a su poca exigencia en agua y alta resistencia al frío, es su carencia de colesterol, por lo que no forma grasas en el organismo y es de fácil digestibilidad.

Fuente: Página Siete