La Institución observa que desde el año 2006 el ingreso per cápita de Beni subió considerablemente hasta el 2010 que llegó a US$ 1,272 y aún así es el departamento con el ingreso más pequeño de Bolivia y está por debajo del promedio nacional ubicado en 1,870 dólares.
La ganadería es una de las que más dinero genera con aproximadamente US$ 150 millones anuales, según los datos del valor bruto de producción registrado en las cuentas nacionales del INE. La cantidad de ganado fue estimada en 2008, en 3.3 millones de cabezas de ganado, superior al resto del país y destinadas al mercado nacional casi en su totalidad.
Sin embargo, advierte que su economía depende en gran medida de la ganadería, la castaña y la madera, recursos que son muy sensibles a desastres naturales, es muy posible que estos desastres pudieran haber ocasionado caídas en el PIB beniano.
En 2010 la inversión pública alcanzó a 63 millones de dólares, nivel superior al registrado entre 2000 y 2006, pero mantiene sus carencias en los ámbitos de salud y educación, entre otros y recomienda mayor coordinación y aprovechamiento de la inversión pública y privada para impulsar el desarrollo del Beni que tiene un gran potencial económico principalmente en productos no tradicionales.
El año pasado las exportaciones benianas llegaron a 90.5 millones de dólares, el nivel más alto de la última década. Esto representó un crecimiento con respecto a 2009 de 34.7 por ciento, cuando el valor exportado registró un descenso de 15.3 por ciento
La evaluación observa la incursión en la exportación de minerales, si bien solamente significó 12,825 de dólares se espera que en 2011 esta cifra sea superior. En los años indicados, contrario a lo que se pensaría, aumentó el valor exportado. Esto lleva a pensar que el importante incremento de las exportaciones se debe más que nada a un efecto precio.
Milenio asegura que Beni es uno de los pocos que su producto está impulsado por la producción y exportación de recursos renovables, lamentablemente los niveles registrados no indican que se esté avanzando a un ritmo óptimo.
La producción ganadera, destinada al mercado interno, es muy vulnerable a los cambios climáticos, razón por la cual debería realizarse mayores esfuerzos desde el Gobierno central para encontrar mecanismos preventivos que aminoren el impacto de sequías o inundaciones, que en última instancia inciden en la seguridad alimentaria del país, dice el estudio.
Fuente: JornadaNet