lunes, 11 de julio de 2011

Facundo Cabral, un artista que reflexionó sobre la vida y la humanidad

Telam (11-07-11).- Admirador de Diógenes y San Francisco de Asís, de Whitman, Borges y Perón, creyente y fervoroso anarquista, el cantautor argentino Facundo Cabral reflexionó a través de sus canciones, anécdotas y opiniones acerca de la vida y la humanidad, con un sentido muy profundo de la libertad, la igualdad y la fraternidad y una visión muy crítica del sistema imperante.

Al estilo de los trovadores de la Edad Media, que recorrían regiones difundiendo noticias, anécdotas y enseñanzas a través de sus poemas y canciones, el cantautor nacido en La Plata el 22 de mayo de 1937 y asesinado ayer a balazos en Guatemala, transformaba cada uno de sus recitales y entrevistas en una oportunidad para narrar historias y transmitir sus ideas y pensamientos.

Por la agudeza y sinceridad de sus palabras, Cabral parecía un discípulo directo de Diógenes y otros filósofos cínicos, quienes se caracterizaban por vivir en la máxima austeridad, casi sin pertenencias y libres como vagabundos, pero especialmente por gritar a viva voz y sin pelos en la lengua las verdades que todos ocultan y nadie se anima a revelar.

Una de sus frases más célebres dice: "Escapa de los que compran lo que no necesitan, con dinero que no tienen, para agradar a gente que no vale la pena", y en ella condensó varias de sus críticas a la esclavitud del hombre a lo material y la idea de que, cuanto menos posee y desea, el hombre puede sentirse más libre y dueño de sí mismo.

Un sinnúmero de declaraciones y sentencias célebres expresan su genio filosófico y ayudan a comprender mejor su ideario anarquista, su pasión por la libertad y la igualdad, que lo hacía sentirse un habitante del mundo, sin límites, banderas ni fronteras, un hombre que admitía con orgullo no ser de aquí ni ser de allá.

"El conquistador por cuidar su conquista se convierte esclavo de lo que conquistó, es decir que jodiendo se jodió" o "El que no está dispuesto a perderlo todo, no está preparado para ganar nada", son otras frases en las que apeló a la inteligencia de sus escuchas para hacerlos pensar en sí mismos, en sus propias miserias y en su lugar en el mundo.

"Bienaventurado el que no cambia el sueño de su vida por el pan de cada día", “La pobreza no es una virtud, salvo que favorezca tu libertad" y "Doy la cara al enemigo, la espalda al buen comentario, porque el que acepta un halago empieza a ser dominado; el hombre le hace caricias al caballo pa` montarlo...", son otros de los pensamientos con los que intentó esclarecer la conciencia de la gente.

Sus palabras también podían ser luminosas: “Cada mañana es una buena noticia, cada niño que nace es una buena noticia, cada hombre justo es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor, es un soldado menos..."; y "Fui analfabeto hasta los 14 años, por eso cuando me dicen `no puedo`, yo les digo `no jodas`".

Sobre el egoísmo y la ambición, Cabral afirmó: "¿Qué es eso de andar escondiendo lo que el Señor te dio para compartir?"; "Si amas al dinero a lo sumo llegarás a un banco, pero si amas a la vida, seguramente llegarás a Dios" y "Si los malos supieran lo buen negocio que es ser bueno, serían buenos, aunque sólo fuera por negocio".

Y, cuando apeló a la esperanza y la fuerza de voluntad de la gente, dijo: "Siempre, con lo que tengas, se puede, se debe empezar de nuevo. Tenemos el deber de ser felices"; "Sólo debes hacer lo que amas" y “El Señor no nos va a preguntar qué hicimos con el dinero, sino qué hicimos con la alegría, inevitable para vivir".

Propagador de la humildad y la generosidad, Cabral también opinaba que "la gente es todo lo vieja que quiera ser. He visto algunas muchachas con 20 años y estar totalmente envejecidas, por el contrario, conozco a una muchachita con 83 años, Teresa de Calcuta, que nos enseña a vivir todos los días".

"Tienes un cerebro como Einstein, tienes un corazón como Jesús, tienes dos manos como la Madre Teresa, tienes una voluntad como Moisés, tienes un alma como Gandhi, tienes un espíritu como Buda. Entonces, cómo puedes sentirte pobre y desdichado", es otra de sus recordadas opiniones.

Fuente: Telam

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