martes, 24 de junio de 2014

Presentación sobre las empresas privatizadas en Santa Cruz

CEMIPyC (24-06-14).- Durante el gobierno de Jaime Paz Zamora (1989-1993) se inició la privatización de las empresas que pertenecían a la entonces Corporación de Desarrollo de Santa Cruz (Cordecruz).

Mediante D.S. 22836 (14, junio, 1991), trece empresas de Cordecruz son sometidas al proceso de privatización.

Cinco empresas fueron cerradas y/o transferidas a otras entidades públicas: Fábrica de Cerámica Roja Camiri S.A.M., Fábrica de Cerámica Roja Roboré S.A.M., Fábrica de Losetas Montero, Cabaña Lechera Todos Santos – Hirtner y Finanzas de Desarrollo de Santa Cruz (FINDESA).

Ocho empresas fueron privatizadas: 1) el Ingenio Azucarero Guabirá en 1993, 2) la Cabaña Lechera Todos Santos-Paz en 1993, 3) la Planta Industrializadora de Leche (PIL) en 1995, 4) Productos Alimenticios de Maíz MAIRANA en 1995, 5) la Fábrica de Alimentos Balanceados Portachuelo (ALBAPOR) en 1995, 6) el Hotel Asahi en 1995, 7) la Planta Elaboradora de Quesos San Javier en 1996 y 8) la Hilandería Santa Cruz (HILANCRUZ) en 1996.

En el Ingenio Azucarero Guabirá, el Estado invirtió más de 19 millones de dólares. En consultorías gastó 196.120 dólares y en bonos extralegales repartió 2 millones de dólares. El Ingenio fue vendido en 10 millones de dólares, vale decir, perdió más de 11 millones de dólares.

En la PIL, el Estado invirtió 15.361.881 dólares. En consultorías gastó 120.028 y en bonos extralegales entregó 334.000 dólares. La PIL fue vendida en 5.363.000 dólares, perdiéndose el 67% de las inversiones estatales.

En Productos de Maíz Mairana, se invirtió 2.542.881 dólares; en bonos extralegales se gastó 26.000 dólares, y se vendió en 720.000. Se perdió más del 70% de las inversiones estatales.

En Albapor se invirtió 1.087.995 dólares; en consultorías se gastó 19.295 dólares, y se vendió en 168.300. Se perdió el 85% de las inversiones estatales.

En el Hotel Asahí se invirtió 315.780 dólares; en consultorías se gastó 23.755; en bonos extralegales se repartió 4.000 dólares, y se vendió 102.000 dólares. Se perdió más del 70% de las inversiones estatales.

En Quesos San Javier se invirtió 1.133.190 dólares; en consultorías se gastó 81.404 dólares, y se vendió en 205.100 dólares, perdiéndose el 83% de las inversiones estatales.

El caso más escandaloso es la venta de HILANCRUZ; en esta fábrica el Estado invirtió más de 77 millones de dólares; en consultorías gastó 249.710 dólares y en bonos extralegales repartió 352.000 dólares. HILANCRUZ fue vendida en 4.005.686 dólares, perdiéndose el 95% de las inversiones estatales.

La empresa beneficiada con la compra fue Santa Mónica Cotton S.A., empresa constituida por la familia Garáfulic el mismo día que se publicó la tercera convocatoria a la licitación pública. La prensa cruceña de entonces reportó que Raúl Garáfulic (ADN) era “palo blanco” de Andrés Petricevic (MNR), quien después aparece como el verdadero dueño de Santa Mónica Cotton S.A.

Posteriormente, Santa Mónica Cotton se benefició con los programas de reactivación económica de empresas, durante los gobiernos de “Tuto” Quiroga y “Goni” Sánchez de Lozada, recibiendo ayudas millonarias para su reactivación, pero que no tuvieron ningún efecto.

En el año 2010, Santa Mónica entra en quiebra. Más de 300 trabajadores fueron despedidos y actualmente adeuda aportes laborales a las AFP´s.

El sector privado ha demostrado no ser un buen administrador, Santa Mónica Cotton compró Hilancruz barata y libre de deudas, y recibió dineros de gobiernos neoliberales para su reactivación, pero finalmente la quebró el 2010.

Lo más grave para el país y la región es que se perdió una industria que se creó para impulsar un polo de desarrollo industrial y manufacturero. Actualmente no hay otra empresa pública que produzca hilos en el país.

El neoliberalismo privatizó una empresa que era estratégica para la agroindustria nacional que, con una buena administración, podía prestar enormes servicios a la sociedad.



Fuente: CEMIPyC

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