martes, 30 de agosto de 2011

Potosí, Pachuca, la salteña, el té, el fútbol…

Por Coco Manto.- “Me ha preguntado la gente si el estaño boliviano se vende más fácilmente cuando en sangre está bañado…”, eso dice en una de sus estrofas el poema “La Fogata de San Juan” que escribió el poeta Jorge Calvimontes, en junio de 1967, aludiendo a la matanza de mineros ocurrida la noche del 23 de junio de aquel terrible año en Llallagua y Siglo XX. Ese relato poético lo marcó para siempre; el hombre fue perseguido en los meses de la gesta del Che hasta decidir radicarse en México desde 1971.

El poeta tiene hoy más de 80 años y el próximo sábado 3 merecerá un homenaje de sus compatriotas por su afiliación literaria al país; unas mil poesías y al menos veinte libros impresos con sus letras agarradas (a garra) de Bolivia.

En la XXIV Feria Universitaria del Libro organizada en estos días por la Universidad de Hidalgo, en la ciudad de Pachuca, la Embajada del Estado Plurinacional de Bolivia le entregará un pergamino y una medalla de reconocimiento. Igual homenaje, aunque en otro plano, le será tributado al legendario portero de la mejor selección de fútbol de Bolivia, Carlos Leonel Trucco, quien vive en Pachuca, ciudad cuna del primer equipo de futbol mexicano, como el mítico (y efímero) club de futbol “Highland” de Potosí, a comienzos del siglo XX.

Bolivia fue designada “País Invitado” de la XXIV Feria Universitaria del Libro y para honrar ese honor, desde el sábado 27 la Embajada está presentando festivales de danza y canto folklóricos, teatro, conferencias literarias y hasta una demostración in situ de cómo preparar y degustar una salteña boliviana.

Esa sesión culinaria, llamada “Acto de Masas” tuvo su porqué. Pachuca es, desde la segunda mitad del siglo 19, la productora y consumidora del clásico “paste”, un bocado al modo de nuestra salteña, herencia de los mineros ingleses. De preparar la masa, explicar el jigote e invitar salteñas calientes a la concurrencia se ocupó la señora Martha Salinas Valdivia. La salteña y el paste son así primos hermanos en la atmósfera minera, alta, fría y seca de Potosí y Pachuca.

Antes de esa singular exposición de masas y jigotes, el actor Javier Bustillos hizo un animado relato del origen de la salteña en Bolivia. Aludió a Juana Manuela Gorriti, una argentina oriunda de Salta que se exilió en Tarija y Potosí, como la fabricante y perfeccionadora del gran bocado. Esa dama fue luego esposa del Presidente Manuel Isidoro Belzu. Los cazafortunas ingleses, dijo el relator, nos trajeron esa empanada, además del fútbol, el té y su religión evangélica anglicana. “Heredamos a los ingleses su buena costumbre por la salteña de 10 a 12 del día, su afición por el té de 3 a 5 de la tarde y por el fútbol mañana-tarde y noche. Y mucho les agradecemos no habernos obligado a ser protestantes anglicanos”, remató.

En la Feria Universitaria de Pachuca, que durará 9 días, se exponen libros de autores bolivianos residentes en México, artesanías y pinturas. El próximo fin de semana habrá teatro, recitales de poesía, lectura dramatizada de cuentos y crónicas de la historia literaria del país a cargo de Carlos Vargas, Javier Bustillos, Pablo E. Mansilla, Wilfredo Villegas y otros. Ocurrirá también la conferencia magistral “La coca: hoja de vida” con invitación a los asistentes de un té (mate) de esa bendita hoja. En foro aparte participarán los músicos de “Inti Paq’arin” de Miguel Chávez, los danzantes de “Wayna Bolivia” dirigidos por Gustavo Portillo e “Inti Raymi” de Mirtha Medrano, todos esos artistas miembros de la Asociación Cultural de Bolivia, Acbol.

También para el domingo 4 se está anunciando la presentación de Waldo Leyva, el poeta más importante de la Cuba actual, en una sesión con su homólogo Coco Manto, jornada que la Feria anunciará como “Verso ad verso”.

Dada la nueva realidad cultural boliviana, con el cambio de nombre oficial del país a Estado Plurinacional y la paulatina asimilación de las 36 lenguas originarias, en la evidencia también de que nuestro país tiene que abordar “el libro”, sustantivo global para nombrar a todas las herramientas mediáticas —revistas, folletos, diarios, internet, videos, etcétera— para redefinir su identidad y poder cultural, el Pabellón asignado al País Invitado luce un letrero gigantesco: “Bolivia, territorio Libro de América Latina”.

Es mucho decir, todo por decir

Fuente: Cambio

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