sábado, 30 de abril de 2011

Mensaje presidencial en el Día de la Reivindicación Marítima

(29-04-11).- Querido pueblo de Bolivia, hermanas y hermanos, presentes acá, oyentes en toda Bolivia, a las instituciones del Estado Plurinacional, a los estudiantes, a los movimientos sociales, cívicos, sindicales, vecinales, a los movimientos sociales; hoy con profunda satisfacción hemos visto, hemos oído una gran movilización nacional por el derecho a la reivindicación, recuperación marítima en Bolivia y en el mundo. Por eso, saludamos con esta enorme alegría, satisfacción a todo el pueblo boliviano.

Recordar rápidamente cómo estaba compuesta nuestra querida Bolivia antes de la fundación, antes de la invasión, pero también después de la República. La organización territorial y administrativa de la audiencia de Charcas, hoy Bolivia, estaba conformada por cuatro intendencias: La Paz, Santa Cruz, Charcas y Potosí, pero Potosí dividida en seis partidos: Porco, Chayanta. Lipes, Chichas, Tarija y Atacama, teniendo como límite con Chile al río Salado junto al Paposo a los 25 grados, 31 minutos y 36 segundos.

Bolivia nació como República independiente con una extensión territorial en el Litoral marítimo de 158 mil kilómetros cuadrados y de 400 kilómetros lineales de Costa. En 1829 se creó la provincia del Litoral con una superficie de 120 mil kilómetros cuadrados, en 1839 fue elevada a categoría de departamento conformado por las provincias La Mar con su capital Cobija y Atacama con su capital San Pedro de Atacama.

De acuerdo a los documentos históricos de la audiencia de Charcas limitan a nuestro país con las costas del Pacifico, por ello los mapas que se publicaron hasta 1880 mostraban a Bolivia con su extensión territorial hasta el Océano Pacifico. En la costa boliviana estaban los puertos de Antofagasta, Cobija y Tocopilla, en las Bahías algodonales y herradura. El conquistador de Chile Pedro de Valdivia en su carta del 15 de octubre de 1550 afirma textualmente el paralelo 25 como el límite más al norte de lo que hoy es Chile.

Las constituciones políticas de Chile de los años 18 22, 1823, 1833 señalaron que el límite norte de Chile era el desierto de Atacama. El primer tratado de límites suscrito entre Bolivia y Chile, el 10 de agosto de 1866, establece que la frontera de los dos países es el paralelo 24 de latitud meridional desde el Litoral del Pacífico hasta los límites orientales de Chile.

La importancia del guano, del salirte y otros recursos naturales en la provincia de Atacama motivó a la oligarquía chilena a establecerse en aquel territorio desde 1840 y explotarlo. El 6 de agosto de 1874 se firmó el segundo tratado de límites entre Bolivia y Chile donde se mantuvo la línea divisoria en el grado 24, posteriormente en 1878 el Congreso boliviano dispuso el pago de 10 centavos de boliviano por cada quintal exportado. Sobre este pago Chile unilateralmente señaló que el tratado de 1874 estaba roto sin acudir al arbitraje tal cual estaba pactado, y el aprovechamiento de la desgracia por la catástrofe natural sufrida por Bolivia en 1877, en el que se produjo un terremoto seguido de tsunami, que sembró muerte y devasto los puertos de Tocopilla y de Cobija, además de haber sufrido la población una enfermedad epidémica. La oligarquía chilena apoyada con capitales del imperio británico invadió el puerto de Antofagasta el 14 de febrero de 1879, ocupó Antofagasta y luego los puertos de Cobija, Mejillones, los puertos de Calama y San Pedro de Atacama y los yacimientos mineros ubicados en Caracoles.

Los intereses de oligarquías chilenas y el imperialismo británico por el guano, los minerales y el salitre son las tres razones económicas que propiciaron la guerra.

El 14 de febrero de 1879 aparecieron navíos chilenos brindados iniciando de esta manera el asalto al Litoral boliviano, el 23 de marzo de 1879 aparecieron, perdón en las orillas o puesta al río Loa, ocho rifleros y dos oficiales junto al Eduardo Abaroa protagonizaron una acción heroica obligando al enemigo a un repliegue precipitado. Unos 40 chilenos abrieron paso en el sector del puente Carvajal al derrotar a 24 defensores apostados en ese lugar.

Llegados los chilenos a la orilla de Calama antes de comenzar su ataque enviaron un emisario para pedir la rendición al doctor Ladislao Cabrera, la respuesta de este fue: defenderemos hasta el último transe la integridad del territorio de Bolivia.

Comenzando el asalto el punto más crítico fue el puente del Topater que estaba defendido por 12 hombres al mando de Eduardo Abaroa Hidalgo, en plena refriega cuando habían ya perecido sus compañeros un oficial chileno instó su rendición, su respuesta admiró a sus verdugos: rendirme yo que se rinda su abuela ¡Carajo¡ Una ráfaga de fusilería acabo con su vida.

Durante la contienda bélica la marina boliviana tuvo una actuación mínima, porque no contaba con un dispositivo defensivo propició para un conflicto prolongado. El presidente de Bolivia Hilarión Daza frente a la invasión emite cinco decretos, declaró estado de sitio, amnistía para los que vivían en el exilio, organización de la guardia nacional y otro que cortó el comercio con Chile.

Bolivia fue obligada a librar una guerra que no deseó ni buscó, con lo cual salió con Perú el 5 de abril de 1879, la contienda fue desigual, Chile se había armado a la medida de sus intensiones, los resultados de la invasión significaron la pérdida del Litoral boliviano y la pérdida del territorio por parte del Perú.

Como consecuencia de la guerra Bolivia perdió 120 mil kilómetros cuadrados de territorio y 400 kilómetros de costa, varios puertos, bahías y caleras, y lo más importante su acceso soberano al Océano Pacífico. En el territorio perdido por Bolivia fueron descubiertos importantes yacimientos de salitre, guano, azufre, en los yacimientos cupríferos de Chuquicamata, considerados entre lo más importante del mundo. Posteriormente se sabe que además tiene un gran potencial de recursos de litio.

Asimismo, Bolivia al perder su Litoral marítimo no pudo acceder a los recursos naturales del mar, viéndose privada de exportar productos en forma directa, lo que significó la pérdida de mercados comerciales. Será importante que se haga este cálculo para saber qué cantidad de recursos hemos perdido como país, por lo que convoco a los estudiosos de estos temas a trabajar para determinar el costo económico que sufrimos hasta ahora.

A partir de los hechos de 1879 Bolivia no ha cesado de reivindicar su derecho soberano de acceso al mar, llevando esta injusticia a todos los foros internacionales.

En 1979, al conmemorarse el centenario de la Guerra del Pacífico, la Organización de Estados Americanos (OEA), durante su décima asamblea general aprobó la resolución número 426, que expresa lo siguiente: La cuestión marítima es un asunto de interés hemisférico permanente y es necesario encontrar una solución justa y equitativa que proporcione a Bolivia un acceso soberano y útil al Océano Pacífico, recomendar a los estados, a los que este problema concierne directamente, que inicien negociaciones encaminadas a dar a Bolivia una conexión territorial libre y soberana con el Océano Pacífico, y asimismo tener en cuenta el planteamiento boliviano de no incluir compensaciones territoriales.

Desde 1978 hasta 1989 se emitieron 11 resoluciones de la OEA sobre la cuestión marítima boliviana, en 1980, en 1981, el 1983, Chile dio su apoyo a las resoluciones de la OEA.

En la resolución de 1970 se exhortó a ambos estados a que a través de las vías correspondientes inicien un diálogo que permita la solución más satisfactoria.

En 1981 la OEA exhorta a los estados involucrados a que se inicie un diálogo que permita la solución más satisfactoria del problema marítimo boliviano.

En 1983 recomendó una acción similar a la anterior entre Bolivia y Chile, desde 1990 Bolivia optó por presentar ante la Asamblea General de la OEA informes sobre la cuestión marítima para testimoniar el daño que la mediterraneidad le causa a su economía, recibiendo la adhesión de numerosos países de la comunidad interamericana.

Hoy, el Gobierno de Bolivia demanda al gobierno chileno una actitud acorde con el siglo XXI, que comprenda que no se alcanzará una relación fluida entre nuestras naciones en tanto no se resuelva el centenario problema de la reivindicación marítima.

Hermanas y hermanos, en Bolivia la libertad de nuestros pueblos se forja sobre su integración, su unidad, confianza y cooperación mutua, ninguna victoria militar como instrumento de las oligarquías y de las trasnacionales de manera injusta otorga derecho cuando se trata del destino de los pueblo.

No hay victoria o derrota que sea comparable con el aislamiento geográfico de un pueblo, la guerra en sí misma fue injusta, será siempre injusta mientras nuestro pueblo continúe condenado a vivir sin una salida soberana al mar.

No habrá paz, unidad ni integración de América Latina mientras nos siga dando la espalda a nuestra reivindicación marítima. El verdadero pueblo chileno contribuye y contribuirá a forjar la unidad latinoamericana resolviendo el aislamiento geográfico de Bolivia. (Aplausos)

Una guerra injusta no puede condenar a un pueblo a su encierro geográfico perpetuo, ningún país merece ser condenado al aislamiento perpetuo, nuestro encierro geográfico es el encierro del pueblo de Latinoamérica, la injusticia histórica para Bolivia es la injusticia histórica contra Latinoamérica.

Mientras no se repare esta injusticia no podemos hablar de una verdadera integración de Latinoamérica ni de Sudamérica, quietar el mar es como mutilarnos, no devolvernos el mar es como enceguecernos.

Antes de la invasión todos los países del Abya Yala teníamos acceso al Pacífico y al Atlántico, nuestros antepasados vivieron con mar, nuestros libertadores nos hicieron nacer con mar, Dios y la Pachamama nos dieron el mar.

No se puede aceptar una invasión, una ambición y la justicia nos deje sin mar, por eso hermanas y hermanos esta gran movilización nacional, no solamente nacional sino internacional nos da fuerza para que Bolivia retorne al mar con soberanía.

Pero también quiero decirles hermanas y hermanos, felizmente no estamos solos, la historia nos acompaña, el derecho nos acompaña, estamos con la razón, estamos con la justicia y fundamentalmente estamos con los pueblos del mundo y con la comunidad internacional, por eso, hermanas y hermanos, ya es hora de recuperar mayor conciencia marítima para retornar al Océano Pacífico.

Recuerdo perfectamente en las reuniones de los presidentes de Unasur hemos decidido caminar por nuestros caminos propios, por los caminos del sur, ya no por los caminos del norte, eso significa cómo trabajar de manera conjunta en hermandad, en solidaridad, en complementariedad.

Pero el mar no se puede entender parte de una complementariedad si no es la obligación de la comunidad internacional y de los responsables a devolvernos el mar lo más antes posible.

Hermanas y hermanos, hasta ahora hemos recuperado el petróleo, el gas, hemos recuperado el litio, antes de que lleguemos al Gobierno el Salar de Uyuni, el salar de Coipasa y tantos salares estaban concesionados a las oligarquías nacionales, pero también a las transnacionales, hemos recuperado la minería, seguiremos recuperando otros recursos naturales, sobre todo hemos recuperado la dignidad. Ahora tenemos una enorme responsabilidad de recuperar el mar, por eso esta gran movilización nacional. (Aplausos)

Para terminar, los pueblos indígenas somos de la cultura del diálogo, no pierdo la esperanza ante el gobierno de Chile para resolver todos los problemas que tenemos con la hermana vecina república de Chile, pero tengo mayor confianza en el pueblo chileno, sus fuerzas sociales, sus trabajadores, sus artistas, los movimientos indígenas que será el puntal para que Bolivia rápidamente vuelva al Océano Pacifico con soberanía.

Hermanas y hermanos toda esta pequeña historia demuestra que el pueblo boliviano tiene una política de Estado de retornar al Pacifico con soberanía y saludo la unidad de todos los movimientos sociales, de todos nuestros ex presidentes que todos los unimos para reivindicar un daño histórico que nos hicieron las oligarquías y las transnacionales, como siempre histórica invadieron a nuestros países.

Este movimiento, hermanas y hermanos, no es para el Evo, no es por el Gobierno, es de todo el pueblo boliviano, porque eso mi convocatoria a restablecer nuestra unidad desde los distintos sectores, regiones, autoridades, respetando nuestras diferencias ideológicas, respetando nuestras diferencias programáticas y culturales por encima de cualquiera de nuestras diferencias primero está el mar para Bolivia.

Para terminar hermanas y hermanos acompáñenme a decir ¡Jalla Bolivia con su mar¡ ¡Causachum Bolivia con su mar¡ ¡Que viva Bolivia con su mar¡ Patria o muerte, Patria o muerte, ¿cuándo?, ¿cuándo?, ¿cuándo carajo? Ahora.


Evo Morales Ayma

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