viernes, 11 de abril de 2014

Plan Cóndor, documentos de cinco países ahora concentrados para los investigadores

Pieb (8-04-14).- Ahora es posible que los historiadores, los interesados en derechos humanos y los investigadores de cualquier disciplina tengan acceso a los documentos del Plan Cóndor de Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay a través del “Acervo Documental Cóndor” creado por el Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del Mercosur, con el objetivo de “acompañar los procesos de verdad y justicia que se desarrollan en la región”.

Unos 120 fondos documentales se organizaron en un archivo que testimonia las graves violaciones a los derechos humanos cometidas en el marco de las coordinaciones represivas del Cono Sur, y la iniciativa quiere “potenciar procesos internos, en cada país, vinculados con la identificación, ordenamiento, y publicidad de los archivos que registran el accionar represivo de los Estados de la región”.

El Acervo Documental Cóndor es principalmente una guía que contiene información para llegar a documentos emitidos por organismos represivos del Estado en cada país, como las oficinas de inteligencia y de seguridad interna. Esos documentos han sido organizados en distintos fondos documentales, y la guía es la herramienta de investigación que lleva a esos archivos. El patrimonio recopilado no cuenta con información aportada por Bolivia ni por Perú.

La coordinación del Plan Cóndor implicaba una alianza represiva sustentada en la Doctrina de la Seguridad Nacional; en 1975 la Operación Cóndor puso en funcionamiento el intercambio de informaciones, persecución, ejecución y desapariciones forzadas de personas. “En términos operativos –dice el Instituto-- esta alianza represiva incluyó actividades de vigilancia política a disidentes exiliados o refugiados, acciones encubiertas, secuestros y asesinatos, para lo cual se conformaron equipos especiales que funcionaban a nivel internacional, incluso en Europa y Estados Unidos. A su vez, se implementó un sistema paralelo de prisiones clandestinas y centros de tortura con el propósito de recibir a los prisioneros extranjeros detenidos en el marco de esta Operación. La gran mayoría de las víctimas directas fueron dirigentes y militantes políticos, sindicales y sociales”.

A más de 30 años de esos sucesos, no se tiene pruebas o documentos de esos sucesos, pero quedaron de forma dispersa registros que pueden ser identificados y ayudar a “reconstruir la historia común potenciando los procesos de verdad y justicia que se desarrollan en la región”.

“Los datos presentados tienen diferentes niveles de descripción. Algunos de los fondos documentales están descriptos de manera muy sucinta, dando cuenta exclusivamente del contenido y especificidad propia del fondo documental. En otros casos, la descripción abarca una información más completa, pues se establecen series documentales y, cuando las hubiera, se incluyen subseries”, dice la descripción. Las subseries aparecen en caso de que la institución que gestiona el fondo documental hubiera realizado ya algún tipo de tarea archivística sobre el mismo: clasificación, organización, y definición de series.

Fuente: PIEB

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