Desde la aprobación de la nueva Constitución, al referirnos a la democracia interna en las organizaciones políticas ya no es posible separarla de la democracia intercultural, afirma el senador por el Movimiento al Socialismo (MAS). "Tenemos unas definiciones constitucionales que nos invitan a pensar que la democracia interna necesariamente tiene que ser intercultural (...) El asunto de fondo se encuentra en la indagación de estas condiciones", señala el parlamentario e identifica cuatro aspectos por trabajar:
- Mutación de la representación, que implica la ampliación de la democracia y la desmonopolización institucional de la misma.
- Las características de la democracia intercultural en términos específicos, "entendiendo que la misma no es una suma de democracia representativa más democracia directa y participativa más democracia comunitaria; sino una suerte de entrecruzamiento entre las tres, es decir, la manera en que se tocan, se incluyen y se limitan las unas a las otras".
- La relación entre el representado y el representante, "si nos enfocamos exclusivamente en el representante, caeríamos en el modelo de los partidos tradicionales", explica.
- Los espacios institucionales de actuación.
Fuente: Gobernabilidad Democratica
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