Fao (10-12-12).- "La revalorización de los cultivos infrautilizados es de gran importancia para que nuestras sociedades puedan afrontar los desafíos agrícolas y alimentarios de las próximas décadas", ha afirmado hoy el Director General de la FAO en la inauguración del seminario internacional "Cultivos del pasado y nuevos cultivos para hacer frente a los retos del Siglo XXI" que se celebra hasta el próximo jueves en Córdoba, España.
El Director General ha recordado que la FAO estima que alrededor de siete mil especies de plantas se han cultivado o consumido como alimento a lo largo de la Historia. En la actualidad, muchas de estas especies están desapareciendo y, con ellas, desaparece también su diversidad genética. En ese sentido, Graziano da Silva ha recordado: "Si perdemos estos recursos únicos e irremplazables, nos será más difícil adaptarnos al cambio climático y garantizar una alimentación sana y diversificada para todos".
El reto al que se enfrenta la Humanidad, ha recordado el Director General, es grande: "En la actualidad hay cerca de 870 millones de personas que sufren hambre en el mundo, un mundo que ya produce alimentos suficientes para todos. La globalización ha creado abundancia de alimentos en algunas partes del mundo, pero no ha logrado terminar con la escasez crónica que existe en tantas partes del planeta". Graziano ha recordado que, además, esta globalización "ha creado una cierta homogeneidad de productos, perdiendo la riqueza de distintas culturas culinarias y de la biodiversidad agrícola". Según la FAO, hoy la gran mayoría de la población basa su dieta calórica en sólo cuatro cultivos -el arroz, el maíz, el trigo y las patatas-.
"Nuestra dependencia en pocos cultivos tiene consecuencias negativas para los ecosistemas, para la diversidad alimentaria y para nuestra salud. La monotonía alimentaria aumenta el riesgo de deficiencia de micronutrientes", ha explicado Graziano en su intervención de apertura del seminario.
Para afrontar los retos asociados a estos fenómenos, el Director General de la FAO ha abogado por considerar los ámbitos de la producción y el consumo y se ha referido a la intensificación sostenible de la producción agrícola que la Organización promueve. Como resume la expresión "Ahorrar para crecer", la intensificación sostenible consiste en una agricultura que conserva y mejora los recursos naturales. En ese sentido, Graziano da Silva ha destacado que las especies olvidadas e infrautilizadas "desempeñan un papel crucial en la lucha contra el hambre y constituyen un recurso clave para el desarrollo agrícola y rural" y ha abogado por incrementar la investigación científica para la mejora de los cultivos infrautilizados. "Aún cuando se investiga, los resultados no llegan siempre a los pequeños productores: es importante que brindemos apoyo a los agricultores familiares para aumentar la productividad, contribuir a la seguridad alimentaria y nutricional, y mejorar los medios de vida, conservando la biodiversidad en sus campos y cocinas y protegiendo nuestra tierra".
En su intervención, el Director General de la FAO también ha destacado la importancia de una dieta sostenible, refiriéndose al modo en que "se produce y se consume el alimento". "Al mismo tiempo que casi 870 millones de personas pasan hambre, un número aún mayor sufre sobrepeso y obesidad y al mismo tiempo que el acceso inadecuado a alimentos causa el sufrimiento en países pobres, todos los años los consumidores en países industrializados tiran a la basura 220 millones de toneladas de alimentos, el equivalente a la producción de África Subsahariana".
El seminario inaugurado hoy en Córdoba se une a la celebración del 2013 como Año Internacional de la Quinua y, en se contexto, mañana se celebrará una sesión especial sobre este tipo de cereal, en la que se repasará la historia agrícola, cultural y política del considerado ‘superalimento andino', su papel en la alimentación de los pequeños agricultores y su potencial de comercio y exportación. En ese sentido, Graziano da Silva se ha referido a un futuro "sembrado hace miles de años" y ha explicado que la quinua, cultivada por los pueblos andinos de América del Sur, "es el único cereal que contiene todos los aminoácidos que necesita el ser humano. Además, se adapta bien a todas las altitudes donde se cultivan especies, desde el nivel del mar hasta los Andes", por lo que tiene un gran potencial para contribuir a la seguridad alimentaria mundial por su alto valor nutricional y por su capacidad de adaptación a diversas condiciones climáticas y geográficas.
Como pretende destacar este encuentro, muchas especies infrautilizadas aún no se han perdido y representan la base de los sistemas locales de alimentación de muchas regiones del mundo. Además, en general estos cultivos están adaptados a las condiciones agroecológicas específicas en las que todavía persisten y mantienen un fuerte vínculo con los medios de vida de las comunidades que los utilizan. "Durante miles de años, los países han desarrollado culturas en armonía con el ecosistema, utilizando la rica naturaleza circundante. La alimentación también es parte de nuestra cultura e identidad", ha destacado Graziano antes de poner el ejemplo de Mexico, donde los mayas se autodenominaban "los hombres del maíz". "No permitamos que se pierda la riqueza de la identidad y la cultura alimentaria, ni la sabiduría de nuestros antepasados. Todo lo contrario, aprendamos de ellos para que en nuestro futuro haya aún más diversidad", ha concluido el Director General de la FAO.
Sobre el seminario "Cultivos del pasado y nuevos cultivos para afrontar los retos del siglo XXI":
Las especies olvidadas e infrautilizadas constituyen una reserva clave para asegurar el desarrollo agrícola y rural y desempeñan un papel crucial en la lucha contra el hambre. Con esta idea como base, Córdoba acoge hasta el próximo jueves el seminario internacional "Cultivos del pasado y nuevos cultivos para afrontar los retos del siglo XXI", en el que un destacado panel de expertos internacionales analiza el papel crucial de los cultivos infrautilizados para la seguridad alimentaria mundial, la diversificación de la dieta humana, la mitigación de la volatilidad de los precios de los alimentos, la generación de ingresos de las comunidades rurales, su potencial en la adaptación de la agricultura a los cambios climáticos y su creciente importancia gastronómica.
El seminario internacional "Cultivos del pasado y nuevos cultivos para afrontar los retos del siglo XXI" es una iniciativa de la Cátedra de Estudios sobre Hambre y Pobreza (CEHAP) de la Universidad de Córdoba organizada conjuntamente con la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (IFAD), el Tratado Internacional de Recursos Fitogenéticos para la Agricultura y la Alimentación, Bioversity International, el centro de investigación ‘Crops for the Future', el movimiento Slow Food International, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAAMA), el Ministerio de Economía y Competitividad, el Instituto Nacional de Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), la Real Academia Española de Gastronomía, el Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario (CeiA3), el Consultative Group on International Agricultural Research (CGIAR), la Diputación de Córdoba y el Ayuntamiento de Córdoba.
Fuente: FAO
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