Apc (12-03-13).- Antes de todo les pido un minuto de silencio por el hermano, compañero, amigo Hugo Chávez, Presidente recientemente fallecido.
Segundo, un poco preocupado al ver cierta tensión de esta reunión 56 de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas. Estaba preguntando, ¿será por el fallecimiento del hermano Hugo Chávez? ¿O tal vez será por el fracaso de la lucha contra las drogas en el mundo?
Pero quiero decirles, estoy tercera vez en este evento, no vengo a molestarles sino más bien vengo a compartir experiencias, pero también a expresar diferencias en la lucha contra las drogas en el mundo.
Vengo también de escuchar las distintas exposiciones por región para saber cómo estamos en la lucha contra las drogas. Gracias al Presidente y a toda la Directiva por permitirme participar escuchando las distintas intervenciones que hicieron antes de mi intervención.
Por otro lado, aprovecho esta oportunidad para expresar mi respeto, mi admiración a 169 países que apoyaron nuestra re adhesión con reserva a la Convención del año 1961.
Esto implica reconocimiento al uso legítimo del masticado de la hoja de coca, en Bolivia conocido como pijcheo, akullico, no solamente dentro del movimiento indígena sino en todas las clases sociales, profesionales, transportistas, estudiantes; por supuesto el movimiento campesino, indígena originario. Y sobre todo el reconocimiento a los usos culturales, medicinales, alimenticios de esta hoja de coca.
Lamento mucho que 15 países no reconocieron, tres de América, 10 de Europa, 2 de Asia, no estamos resentidos, entiendo perfectamente esas diferencias que tenemos como pueblos, es un derecho tener diferencias; pero que 169 países hayan apoyado nuestra decisión de hacer reconocer el uso tradicional de la hoja de coca, es un avance importante para el reconocimiento de la hoja de coca.
También quiero aprovechar esta oportunidad, esta reserva no significa que Bolivia dé un pasó o apoye la legalización de la cocaína o de las drogas.
Debo decirles, delegados, delegadas de esta institución tan importante no solamente para Bolivia ni América sino para todo el mundo, que los pueblos indígenas no somos de la cultura de la cocaína, no somos de la cultura de las drogas; por tanto en ningún momento pensamos en la legalización de las drogas, como plantean algunos países, algunas regiones, seguramente tendrán sus argumentos, respetamos.
Este hecho de reconocer el consumo tradicional de la hoja de coca solamente se basa en un reconocimiento a esa cultura de la hoja de coca en su estado natural.
Lamentablemente satanizaron, penalizaron a la hoja de coca; la hoja de coca mal vista, como el pueblo indígena, sin embargo poco a poco estamos librando esta batalla, que se conozca la hoja de coca en su estado natural.
Por eso quiero aclarar nuevamente, reiterar y ratificar, eso no significa legalizar la cocaína ni legalizar las drogas. Defenderemos la hoja de coca, defenderemos y siempre expresaremos que no es posible que mediante la Convención Única del 61 la hoja de coca sea conocida como estupefaciente.
No es ningún estupefaciente la hoja de coca en su estado natural; otra cosa es con el uso de precursores, de algunos agentes químicos, condenamos, rechazamos rotundamente.
Nuevamente quiero expresar nuestra posición firme, si no es ahora, tarde o temprano, bajo el conocimiento y la reflexión del mundo, la hoja de coca será retirada de la lista de estupefacientes de las Naciones Unidas.
Reiterarles nuevamente, estamos hablando de esta hoja de coca, que es verde, y no es blanca como la cocaína. Acá nos hemos organizado para combatir a la cocaína y todas las drogas.
Por otro lado quiero decirles, la hoja de coca es un vínculo indisoluble entre la comunidad y la Madre Tierra; es decir, se usa en nuestros ritos.
Bolivia es un país religioso, mayoritariamente católico, pero cada viernes o cada primer viernes del mes, los ritos no solamente en las comunidades indígenas sino en las ciudades, qué bueno sería nos visiten y acompañen esta forma de vivencia. Pareciera ser que el pueblo boliviano tiene doble religión, uno la Madre Tierra, la Pachamama, sus bienes, cada viernes, y por otro lado cada domingo también participar en las misas u otras religiones, es muy interesante, esa es también la pluralidad, es el Estado Plurinacional finalmente. Somos diversos seguramente en cada país.
Decía que vengo acá también a expresar nuestras diferencias con relación a la lucha contra el narcotráfico. Penalizar la hoja de coca es un error histórico, hoy ese error está siendo enmendado por el apoyo que hemos realizado en la comunidad internacional.
El problema no es la hoja de coca, aquí hay dos problemas importantes, uno de ellos tiene que ver con las convenciones y los protocolos y todas las normas internacionales adoptadas hasta ahora desde el año 1961. Segundo, el problema de la estrategia global de lucha contra el narcotráfico.
Yo solamente me pregunto, el año 1961, Bolivia ¿cuántas hectáreas de coca tenía? Colombia, Perú, ¿cuántas hectáreas de coca? No eran como ahora, y cómo se ha incrementado desde el año 1961, cómo se ha ampliado el mercado de las drogas, cómo a ese mercado de las drogas se acompaña con la violencia, la carrera armamentista; cómo la droga es un negocio para algunos países.
Y por eso las drogas ilícitas constituyen actualmente la tercera industria más rentable del mundo, según informe de las Naciones Unidas, después de la industria alimenticia y del petróleo, con valor estimado de 450 billones anuales completamente bajo el control de los criminales. En la práctica, el resultado alcanzado por la Convención del 61 fue opuesto a lo deseado.
Siento, queridos delegados, delegadas, lamentablemente por algunas potencias hay un doble discurso en la lucha contra el narcotráfico. Qué bueno sería que todos podamos coincidir, la lucha contra las drogas es al mismo tiempo un fracaso de nuestras normas internacionales, vale decir la Convención de las Naciones Unidas.
¿A qué conclusión llego? Una pequeña experiencia, primero de dirigente, segundo de Presidente; dirigente del sector productor de la hoja de coca, no tengo por qué avergonzarme, en la primera reunión o primera asistencia acá yo les decía: si la hoja de coca es cocaína, aquí está entonces un narcotraficante, deténganme, encarcélenme. Y ninguno se atrevió a encarcelarme.
La segunda vez cuando venía les decía: esta hoja de coca hay que reconocer como un producto natural, un producto medicinal y un producto agrícola, y estamos en ese camino.
Algunas potencias de los imperios usan la lucha contra el narcotráfico con fines netamente políticos y económicos, si eso no revisamos la lucha contra el narcotráfico va a seguir siendo un fracaso, y esa es la experiencia que tengo hasta ahora.
Hoy, cada día más droga en los mercados; hoy cada día más armas que alimentan la violencia social; hoy día hay más dinero ilícito encubierto por el secreto bancario. Yo vine aquí y plantee cómo acabar con el secreto bancario.
Hoy día estamos asistiendo a una guerra sorda entre las drogas tradicionales y las drogas sintéticas que disputan el mercado, impulsadas por industrias farmacéuticas. Ustedes saben, especialmente en el norte, las drogas sintéticas.
La denominada lucha contra el narcotráfico se ha convertido en un instrumento de dominio geopolítico. Expresar nuestra experiencia, Presidente y todos los delegados, delegadas. En Bolivia, sin bases militares estamos mejor todavía.
El propio informe de la Junta Interamericana de Fiscalización de Estupefacientes del 2012 destaca que el incremento significativo del cultivo de adormideras en Afganistán, que alcanzó a 154 mil hectáreas, con un incremento de 18 por ciento, en comparación con el año 2011, recordándole al mundo entero que Afganistán es un país ocupado por Estados Unidos, ocupado militarmente por Estados Unidos.
La superficie de amapola se extendió a la mitad de las 34 provincias de Afganistán. El 2011 el número de familias afganas que se dedicaban a la mariguana aumentó en un tercio, subieron de 47 mil a 65 mil.
JIFE recomienda al Gobierno de Afganistán actualizar su estrategia de lucha contra las drogas; en vez de que exija, dé recomendación a Afganistán, debería recomendar al Gobierno de Estados Unidos, porque Afganistán ustedes saben que está bajo el control de Estados Unidos militarmente.
Expresar nuestro modelo, modelo boliviano; reiterarles, dijimos acá, nunca habrá hoja de coca cero, pero tampoco puede haber libre cultivo de coca. Hay una conciencia de los productores y del pueblo boliviano, que lamentablemente por un mercado ilegal desvían a la hoja de coca a un problema ilegal que es la cocaína. No compartimos, no aceptamos.
Si no fuera ese mercado ilegal, seguramente hubiera libre cultivo de coca; como hay un mercado ilegal, entonces hay una delimitación de cultivos de coca.
Y aquí quiero aprovechar, en el departamento de La Paz, para autoridades que conocen el departamento de La Paz, es el mismo movimiento productor de la hoja de coca el que controla los cultivos de coca, mediante el llamado cordón tradicional. Hay un cordón, de ahí no pueden extenderse los cultivos de hoja de coca, el mismo productor de coca controla la producción de coca.
En mi zona, conocida más como zona de Chapare, del trópico de Cochabamba, es el movimiento campesino que participa en el control; pero allá está totalmente delimitados los culticos de coca; quiero reiterarles una vez más, se permite 40 metros por 40 metros, llamado cato de coca. La hectárea tiene más de seis catos. Imagínense la conciencia del movimiento campesino, del pueblo boliviano, delimitar a 40 metros por 40 metros. Es la conciencia y la participación.
Y acá debo expresar nuestro reconocimiento a la Unión Europea, la Unión Europea participa con el control social, que es el control sindical, control comunal al cultivo de coca.
Hace un momento nuestra directora explicaba en qué consiste ese control: el sindicato, los productores, la comunidad, tiene sus propias sanciones, sus propias penalidades si no respetan el cato de coca. Eso es lo más efectivo en la lucha contra el narcotráfico, y apoyar las políticas de racionalización.
Pero más importante, quiero decirles delegadas, delegados, cómo nacionalizar la lucha contra el narcotráfico y regionalizar. Aquí dos experiencias en la nacionalización: sin bases militares y sin la DEA de Estados Unidos ahora estamos mejor todavía, reconocidos por las Naciones Unidas.
Pedimos regionalizar. Saludo la cooperación de Brasil dotando cuatro helicópteros para la lucha contra el narcotráfico; saludo a Argentina garantizando los mercados, mercado para el plátano, plátanos que vienen de la zona productora de la hoja de coca. Con nuestra Presidenta conversamos bastante para ver cómo seguir regionalizando la lucha contra el narcotráfico.
Bolivia invierte en nuestra nacionalización de lucha contra el narcotráfico 40 millones de dólares. Dentro de la corresponsabilidad compartida, lamentablemente no se recibe casi nada del Gobierno de Estados Unidos, que debería ser una responsabilidad, no como una cooperación.
Quiero expresar, antes la erradicación de coca era con muertos, heridos, enfrentamiento entre pueblos; ahora hay reducción y erradicación con respeto a los derechos humanos, ahora hay reducción y erradicación con respeto a la Madre Tierra, el control del medio ambiente, no se usa herbicidas para la erradicación de la hoja de coca.
Y además de eso, los parques nacionales, parques de reserva forestal, en la erradicación, felizmente, gracias a la conciencia, no a hay resistencia. No todos somos igual, algunos entran a plantar coca, que nos cuesta llegar, mediante soldados de las Fuerzas Armadas, o de la Policía Nacional, en esta reducción de cultivo de coca.
También quiero expresar, nuestra política de diversificación de cultivos, de otros cultivos. Acá mi profunda diferencia cuando algún delegado hace un momento expresaba sobre el desarrollo alternativo. Con mucho respeto quiero decirles, no creo que haya desarrollo alternativo.
¿Qué entiendo por desarrollo alternativo? Tiene que haber una planta alternativa a la coca. ¿Qué quiere decir alternativo? ¿Quiere decir alternativo a la mariguana, a la amapola o la hoja de coca? ¿Saben por qué no puede haber? Lamentablemente, el mercado ilegal define el precio de la coca o el precio de la amapola o el precio de la marihuana; o sea no puede haber igual o mejor que ese producto, porque el mercado ilegal define el precio.
¿Cómo puede haber ahora alternativa de la coca? Quiero comentarles que durante la década de los 90, desde Estados Unidos intentaron imponer desarrollo alternativo, y nosotros ¿qué decíamos? No hay desarrollo alternativo, sólo hay alterado y nativo, en vez de ser alternativo; pero además de eso, ¿cómo nos condicionaban y nos chantajeaban?: “si erradican la coca van a tener escuelas como desarrollo alternativo”. Y hay regiones que no había productores de hoja de coca, y esos compañeros obligados a plantar coca para tener una escuela, o mejoramiento de caminos. Eso es el llamado desarrollo alternativo, que más bien fomentaba el cultivo de coca.
Aquí en vez de pensar en desarrollo alternativo, pensar que nunca va a haber un producto igual o mejor que estos productos porque el mercado ilegal define los precios, creo que estamos perdiendo el tiempo en pensar el desarrollo alternativo, sino más bien tiene que haber un desarrollo integral de los distintos productos.
Estamos implementando un resultado muy importante, no siempre todos somos iguales, verdad, pero si cuando se planifica y cuando hay más inversión, conciencia, hay resultados, sólo una pequeña experiencias. Y quisiera invitar a las regiones para debatir en Bolivia, para comprobar, y que ustedes sean testigos de esta forma de implementar un desarrollo integral en nuestras regiones.
Quiero expresar el resultado de este modelo de lucha contra el narcotráfico, de acuerdo a datos de Naciones Unidas del año 2011 hemos alcanzado una reducción neta de más del 12 por ciento, no son datos del Estado Plurinacional de Bolivia, sino datos de las Naciones Unidas, y el 2011 ¿cuánto hemos reducido? Más de 10 mil hectáreas, y el 2012 hemos reducido 11.004 hectáreas, más de 11 mil hectáreas.
Y ahora ¿cuál es el informe de las Naciones Unidas? Que son más de 10 mil hectáreas reducidas el 2011, con 10.509 hectáreas, y eso nos permitió dar reducción de más del 12 por ciento de cultivo de coca; sin embargo ustedes saben, con las disculpas a nuestro embajador del Perú, presidente de esta reunión, de esta sesión, allá han crecido los cultivos de coca, en Colombia también, pero en Bolivia hemos reducido con nuestros esfuerzos y la participación social.
Quiero decirles, hasta esta altura el año pasado teníamos la reducción de 600 hectáreas, y este año estamos con más de 1.200 hectáreas de reducción, nuestra meta es seguir superando las metas de reducción, erradicación de gestiones pasadas.
Gracias al esfuerzo de las Fuerzas Armadas, como también de la Policía Nacional, del año 2000 al 2005 se secuestraron 49 toneladas de pasta base de cocaína, del año 2006 al 2012, en mi gestión como Presidente, se secuestraron 190 toneladas de pasta base de cocaína.
Los, operativos del año 2000 al 2005 se hicieron 28.219 operativos. En nuestra gestión, 2006 al 2012 se hicieron 84.219 operativos.
Quiero también aprovechar esta oportunidad, sobre todo expresar la buena historia de la hoja de coca, quiero que sepan, momentáneamente de Presidente, ya un ciudadano de a pie en Bolivia cuando acabe mi gestión, siempre defenderemos la hoja de coca, con muchos argumentos de carácter científico, de carácter histórico, además de eso de carácter milenario.
Otro gran deseo de ahora, cómo aquí en Europa desde el siglo pasado, desde el siglo XIX industrializaron la hoja de coca, como el año pasado, después de muchos productos, industrializados en Europa, no en Bolivia ni en Perú, también esos países industrializan, el vino Mariani que empezó a producir en Francia a fines del siglo XIX, siendo la primera industria masiva de la hoja de coca, por supuesto con la hoja andina, y no con la hoja europea.
Y de acuerdo a los datos el Papa León XIII llevaba el vino Mariani, y premió a Ángelo Mariani con la medalla de oro en el Vaticano. Ojalá el nuevo Papa que va a ser designado pronto, pues retome el uso del vino Mariani, inclusive la historia cuenta que se brindaba las misas con vino Mariani.
Lamentablemente esa historia del pasado es ignorada, es desconocida. Yo he conocido personalmente tantos productos industrializados en Europa, esa gran disputa entre el vino Mariani y la Coca Cola norteamericana, y siento que los europeos se hicieron ganar con los Estados Unidos mediante la Coca Cola, y el vino Mariani se ha perdido lamentablemente, a esa conclusión llego porque ahí está la historia.
Tenemos mates de coca, dulces, jarabe de coca, vino de coca, crema dental de coca. Aquí las universidades de Alemania hicieron una investigación sobre el dentífrico de la coca, que es muy bueno para cuidar la dentadura del ser humano, no es investigación ni de las universidades bolivianas y peruanas, sino de Alemania, a mí me sorprendió esta investigación científica, entre tantas cosas.
Quiero informar, queridas delegadas, delegados, nuestro hermano Vicepresidente el año pasado se ha casado, ha contraído matrimonio, y una de sus tortas era torta de coca, como la torta de quinua y otras tortas, y en algunos matrimonios de verdad está de moda la torta de coca para contraer matrimonio.
Quiero aprovechar esta oportunidad, el objetivo fundamental de la Convención Única de Estupefacientes de 1961 es el de fiscalizar el uso indebido de estupefacientes y no el de prohibir usos medicinales y prácticas socioculturales que no hacen daño a la salud humana, como establece en el preámbulo y en los artículos 1, 2, 4 y 21 de la Convención.
Especialmente el articulo 4 en el inciso “c” menciona: las partes adoptarán todas las medidas legislativas y administrativas que puedan ser necesarias, sin perjuicio a las disposiciones de la presente convención para limitar exclusivamente la producción, la fabricación, la exportación, la importación, la distribución del comercio, el uso y la posesión de estupefacientes a los fines médicos y científicos.
Yo quiero aprovechar esta oportunidad, delegados, delegadas, respetar la Convención en esta parte de cómo industrializar con fines beneficios para la humanidad, intentaremos suscribir entre partes, es decir entre Estados para que este producto pueda beneficiar a la humanidad. El uso de la hoja de coca en su estado natural tiene innumerables y comprobados fines medicinales.
Se ha comprobó su efectividad durante cientos de generaciones en la lucha y alivio contra la artritis, diabetes, mal de altura, digestivo; pero además de eso quiero decirles, no solamente en Bolivia, consumiendo la hoja de coca en su estado natural se curan de diabetes, a mí me ha sorprendido algunos embajadores de los países de Sudamérica con su hoja de coca, tratándose especialmente de diabetes, personas de muy avanzada edad consumiendo harina de coca, y cuando consultamos le hace muy bien a la salud.
Que bueno sería que los científicos acompañen esta investigación profunda de lo que viven los andinos y algunos sudamericanos y algunas personas, inclusive en Europa. Por eso nuestra necesidad de cómo desarrollar esta política de industrialización, no para hacer daño a la humanidad, sino para salvar la vida en ese momento.
Señor Presidente, delegados de la mesa, escuché las intervenciones, que aquí nos estamos preparando con miras hacia el 2016, una excelente iniciativa, saludo esa iniciativa; pero tenemos dos, tres años para recuperar buenos resultados de la lucha contra el narcotráfico, ahí tenemos equipos un pequeño modelo en Bolivia, con resultados reconocidos por Naciones Unidas; pero también hay que analizar y debatir los fracasos de la lucha contra el narcotráfico.
Yo estoy casi convencido, si la lucha contra el narcotráfico, o la mal llamada lucha contra el terrorismo o la lucha por la democracia, si esas luchas no son usadas con fines netamente geopolíticas, yo sé que pueden dar resultados.
Lamentablemente a veces, ya sea la lucha contra el narcotráfico o la lucha contra el terrorismo o las llamadas dictaduras en algunos países, tienen objetivos, que es un control geopolítico, y tenemos que deshacernos de ese control geopolítico, no es posible que detrás de la lucha contra el narcotráfico, contra el terrorismo, estén intereses de algunas potencias de adueñarse de nuestros recursos naturales.
Si no cambiamos esa mentalidad impuesta mediantes normas o mediantes gobiernos o mediante imperios, seguramente la lucha contra el narcotráfico no va a ser eficaz, no va a tener resultados.
Así como en Bolivia sólo con voluntad política hemos naturalizado la lucha contra el narcotráfico y tiene resultados reconocidos por la Naciones Unidas, es posible avanzar con la lucha contra el narcotráfico, contra las drogas, y reiterar una vez más, vengo acá sobre todo para compartir estas experiencias, quisiéramos seguir compartiendo no sólo en estas instancias de Viena – Austria, sino también los invitamos a visitar Bolivia y recoger sus sugerencias, cómo podemos perfeccionar y cómo podemos convertir en normas esta participación social, el control social en la lucha contra el narcotráfico, que es tan importante para los seres humanos, pero especialmente para las futuras generaciones.
Vengo con el deseo de compartir estas experiencias, disculpas si hemos exagerado, tal vez estamos molestando, pero como ser humano, tengo la obligación, como momentáneamente Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, compartir estas experiencias para bien de todos los seres humanos del mundo.
Nada más, muchas gracias.
Viena, Austria, 11 de Marzo de 2013
Fuente: APC
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