Pieb (20-11-12).- Los cambios que ha experimentado la sociedad se han visto reflejados en los datos de censos de población realizados desde el nacimiento de Bolivia, y el Censo 2012 va a mostrar en qué medida se ha modificado el perfil de la desigualdad al interior de la sociedad boliviana.
El director del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la UMSA, René Pereira Morató, plantea que el Censo va a mostrar una dimensión aproximada de la realidad sobre la base de tres indicadores: fecundidad, mortalidad infantil y mortalidad de las mujeres, y migración interna (con aproximaciones de migración internacional).
A partir de estos datos, dice, se puede tener un perfil de la situación de desigualdad en la población boliviana. Sobre la base de esa información será posible para los usuarios (investigadores, académicos, planificadores, operadores de políticas) conocer la intensidad del crecimiento poblacional, cómo está distribuida la población, el tipo de pirámides socioeconómicas desde el nivel municipal, la intensidad de la migración, etcétera.
En el proceso previo al Censo de este 21 de noviembre, las críticas desde distintos sectores se la sociedad apuntaron a contribuir a una realización correcta del operativo. La Ruta del Censo 2012, conformada por académicos e investigadores de distintas universidades e instituciones del país, emitió sendas sugerencias para contar con un “Censo de calidad”.
Para que estos datos puedan ser útiles más allá del Censo, Pereira opina que es importante que el Instituto Nacional de Estadística pueda socializar, en una demostración de gestión pública y abierta, sus bases de datos de esta encuesta nacional. Solo así, aclara, los investigadores podrán profundizar más su conocimiento de los factores determinantes de los anteriores tres indicadores descritos (fecundidad, mortalidad, migración interna).
El investigador y estadístico Álvaro Chirino coincide con esta apreciación, al proponer que si se conocen los pormenores de la construcción del dato censal (cartografías, bases de datos, márgenes de error, resultados de encuestas de verificación) también será posible elaborar indicadores correctos de la realidad. Y a la vez tener repercusiones más certeras en el planteamiento y ejecución de políticas públicas.
Los cambios
Una revisión histórica sobre los censos pasados, elaborada por investigadores de Fundación Jubileo, muestra los cambios en la sociedad que han ido reflejando los censos. Desde el censo de 1831 que refleja un país habitado por algo más de un millón de habitantes, hasta los datos del 2001 que permiten proyectar una población de 10.8 millones para esta gestión. Con base en esos datos, las proyecciones hacen prever que hacia 2025 menor de 30% de la población estaría compuesta por personas menores de 15 años, y para el 2025 se estima que ese porcentaje disminuya a 20%.
El nivel de vida también ha mejorado, si se considera que en el Censo de 1976 solo un 39% de la población contaba con agua provista por cañería en su hogar, un porcentaje que subió hasta el 62% en 2001; o los hogares con servicios sanitario que en 1976 era el 22% y en 2001 ascendió hasta el 63%
La tasa de fecundidad se redujo de 6,5 hijos por mujer en 1976 a 4,4 hijos por mujer para 2001, en una reducción de aproximadamente 32%. Mientras que la tasa bruta de mortalidad para 2000-2005 se estimaba en cerca de 8,2 muertes por cada mil habitantes; y aproximadamente un 6% de la población era migrante (sobre la base de la pregunta ¿dónde vivía hace cinco años?).
Fuente: PIEB
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