PO (20-11-12).- Bolivia se paralizará mañana, miércoles, para participar de su décimo primer Censo de Población y Vivienda. Los municipios en conflicto por límites, que amenazaban la realización del acontecimiento, dieron una tregua.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) movilizará mañana a 217.000 encuestadores y contará con el apoyo de 36.000 policías y además con las Fuerzas Armadas para hacer cumplir el Auto de Buen Gobierno decretado por el Ejecutivo para la jornada.
Pasada la medianoche del martes entra en vigor la prohibición por 24 horas de todas las actividades estatales y privadas, de circular en las calles y hacer viajes dentro del país y desde un día antes rige la ley seca que veta el consumo de alcohol en público, en hoteles o en casas.
Está vetado además el funcionamiento de cualquier comercio y la circulación de vendedores ambulantes, por lo cual es previsible que la gente se aprovisione masivamente el martes de los alimentos.
Autorizaciones
Están permitidos los vuelos internacionales y la circulación de personas autorizadas como autoridades, embajadores extranjeros, médicos de urgencias y periodistas, porque todos los demás no deben salir de sus casas u hoteles, ni siquiera después de ser censados.
Los uniformados tienen la autorización para arrestar a los infractores en celdas policiales y cuarteles hasta la medianoche del miércoles, mientras que las autoridades departamentales han fijado, además, multas que oscilarán entre los 1.000 y 3.000 bolivianos
Objetivos
El censo buscará información sobre el crecimiento demográfico, de las viviendas, el nivel de la educación, salud, empleo, la migración interna y externa y la población indígena y campesina.
El presidente, Evo Morales, será el primero en ser empadronado, a las 07:30 hora local (11:30 GMT) en el censo que en las ciudades durará 12 horas y en el campo tres días, donde las prohibiciones se mantendrán hasta el fin de la encuesta.
Mestizos
Una petición planteada al Gobierno por la oposición y sectores intelectuales de clase media que no tuvo éxito fue el incluir la opción "mestizo" entre las consultas sobre la identidad, frente a la que busca saber si uno pertenece o no a un pueblo indígena.
En el Censo de 2001, un 62 por ciento declaró una identidad indígena, un dato demográfico que cobró relevancia para explicar la llegada al poder en 2006 de Morales, de origen aimara.
El último recuento general data de 11 años atrás y registró a 8,3 millones de habitantes, mientras que en el censo del miércoles el INE prevé que esta cifra supere los 10 millones.
Este es el segundo censo de Bolivia -en este siglo- y el sexto desde el de 1900 y el décimo primero desde 1831, a poco de la creación de la República.
Municipios dan una pausa
Tras varios días de tensión, por conflictos de límites, que derivó incluso en violentos enfrentamientos, este lunes el municipio de Ivirgarzama aceptó dar una tregua al Gobierno para la realización del censo. Del mismo modo, el municipio del Yacuiba decidió hacer una pausa, en otro problema limítrofe.
Las ministras de Planificación del Desarrollo, Viviana Caro, y de Autonomías, Claudia Peña, exhortaron ayer por separado a las comunidades que tienen conflictos de límites territoriales a suspender sus movilizaciones y participar en el censo.
En entrevista con los medios estatales, Caro advirtió que aquellas poblaciones que no participen en el empadronamiento no serán tomadas en cuenta en la asignación de dinero proveniente de algunos impuestos ni podrán contar con información oficial actualizada hasta dentro de diez años.
Agregó que las Fuerzas Armadas "van a reforzar el patrullaje en zonas de conflicto" para evitar problemas el día del censo.
Fuente: Opinion
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