EO (3-02-13).- “Aquí nació el Plan Ceibal”, indica un letrero apostado al costado de la deteriorada ruta 77 que da ingreso al pueblo Villa Cardal, ubicado al sur del departamento de Florida. Siete años después de haber iniciado la experiencia de entregar una computadora por niño en un pueblo de 2.000 habitantes, el proyecto se lanza a nivel mundial e incluso es codiciado por países con un población superior a 110 millones de habitantes, casi 40 veces la de Uruguay.
El último interesado en el proyecto fue el gobierno mexicano. El flamante presidente de ese país, Enrique Peña Nieto, asumió hace dos meses y decidió que su primera visita oficial sería a Uruguay. Una de sus promesas electorales fue entregar computadoras portátiles a escolares de quinto y sexto, y por eso, al arribar a Uruguay, tenía un objetivo claro: visitar las instalaciones del LATU, la cuna del Plan Ceibal. Allí están sus ingenieros, programadores y técnicos.
El gobierno uruguayo ofreció al mexicano enviar técnicos al país del norte para asistir en la implementación del proyecto.
Ante la demanda de otros gobiernos, el equipo que implementa el Plan Ceibal desarrolló hace dos años un área de Servicios al Exterior para realizar consultorías y asesoramientos en montaje, planificación, diseño, desarrollo y evaluación del proyecto en otros países.
“Estamos esperando que desde Ruanda nos digan ‘vengan’”, dijo en entrevista con El Observador el presidente del Plan Ceibal, Miguel Brechner. El jerarca señaló al país de África central como uno de los últimos interesados.
En la actualidad son ocho los países que ya contrataron o proyectan consultar a técnicos de la organización paraestatal uruguaya para instalar el modelo de una computadora por niño en su sistema educativo.
Además de Ruanda y México, el apoyo de Ceibal ya fue dado en una región de Armenia, en Paraguay, Ecuador y Colombia. Los ingenieros del Ceibal ya tienen en su agenda viajar a Honduras. En tanto, la isla caribeña de Dominica también solicitó el respaldo de la organización.
Los técnicos uruguayos asesoran en la logística y la gestión del proyecto a través de su experiencia en Uruguay, mientras que la implementación y la instalación de la tecnología es realizada por los gobiernos locales, relató a El Observador el gerente general del Plan Ceibal, Gonzalo Pérez Piaggio.
“No es que nosotros vamos a hacer software o las instalaciones. Eso lo tienen que hacer con los proveedores locales. Nosotros lo que hacemos es armar cómo manejar todo eso”, dijo. “Podemos marcar en que nos equivocamos nosotros y sugerir soluciones”, agregó.
Si bien las consultorías son contratadas, los jerarcas dijeron que lo principal es la “cooperación” y el intercambio de experiencias. Plan Ceibal también tiene acuerdos de cooperación en otros países de la región, como Argentina y Venezuela, para intercambiar experiencias.
Números y recursos
Cuando Brechner recibió el jueves a El Observador en su despacho, había llegado hace pocas horas de su último viaje. El ingeniero regresó esta semana del Reino Unido, donde presentó el Plan Ceibal en el marco del Foro Mundial de Educación realizado en la ciudad de Londres.
Según dijo, por uno de los aspectos que más le consultan las autoridades educativas del exterior son las evaluaciones en línea. Ese software permite realizar pruebas uniformes de matemática, lengua y ciencias a todos los alumnos del sistema. Además entrega resultados y los compara en tiempo real. El año pasado en Primaria se hicieron 500 mil evaluaciones.
En Londres, el presidente del Ceibal compartió una mesa de debate con los encargados de planes similares de Portugal y Nigeria. Según dijo, “el Ceibal es una referencia en el mundo” y contó que de ese encuentro se trajo algunas ideas. “Ahora te voy a contar una idea que traje”, le dice a Pérez Piaggio mientras interrumpe la entrevista. Consultado, prefirió mantener en reserva las innovaciones.
En Uruguay, el Plan Ceibal comenzó su experiencia piloto entregando 150 computadoras en 2007 a los niños de Villa Cardal durante la administración del expresidente Tabaré Vázquez, quien presenta el hecho como uno de los hitos de su gestión. Los primeros equipos fueron donados por la organización One Laptop per Child (OLPC), surgida en 2005 por impulso del científico estadounidense Nicholas Negroponte.
El proyecto apunta a que todos los niños puedan acceder a las tecnologías de la información en los centros educativos y de ese modo reducir la brecha digital entre ricos y pobres.
En 2008 el Plan Ceibal se expandió a todos los departamentos del interior y en 2009 a Montevideo. El plan le cuesta al Estado US$ 100 por niño por año, equivalente a $ 260 mensuales, informó Brechner. El año pasado había 566 mil estudiantes con computadores, algo así como 10 veces el Estadio Centenario a tope. Si se apilarán una arriba de la otra las XO (así se denominan los equipos) entregadas, la columna alcanzaría la altura de 16 veces el majestuoso Empire State de Nueva York, de 102 pisos y 443 metros.
“Nosotros tenemos un presupuesto fijo con una cantidad en aumento de usuarios, por lo que tenemos que ser cada vez más eficientes para poder manejar con ese presupuesto una mayor cantidad de usuarios”, dijo Brechner.
Destinos
El primer destino fuera del continente para el equipo asesor del Ceibal fue la zona del Cáucaso, en Europa oriental. La región autónoma de Karabakh, dependiente políticamente de Armenia, entregó 10 mil computadoras a sus escolares en setiembre de 2011. El proyecto lleva por nombre Nury, que en armenio significa Granada, fruta simbólica de ese país. El nombre Ceibal fue elegido en Uruguay por la especie de árbol que es la flor nacional: el ceibo.
Luego de la consultoría en Armenia, los técnicos fueron contratados para dar servicios en Paraguay y Ecuador.
Sin embargo, antes de esa fecha en que iniciaron las consultorías formales con el equipo de técnicos uruguayos, hubo otros países que, reflejados en la experiencia del Plan Ceibal, llevaron adelante una idea similar.
El gobierno argentino de Cristina Fernández de Kirchner entregó 3 millones de computadoras en 2010. El plan, denominado Conectarigualdad.com.ar, distribuyó net-books a los estudiantes de 4.800 escuelas públicas secundarias.
Los usos
Además de digitalizar los contenidos, el Consejo de Educación Inicial y Primaria utiliza la red informática desarrollada por el Plan Ceibal para realizar pruebas de matemática, lengua y ciencias uniformes a todos los escolares, obtener esa base de datos de resultados en tiempo real y digitalizar el registro de asistencias, explicó a El Observador el director general de Primaria, Héctor Florit.
La sistematización de resultados permite a Primaria aplicar tanto políticas educativas inmediatas como detectar cuáles son las escuelas que presentan mayores inasistencias, dijo Florit. Sin embargo, a pesar de la expansión del plan, Primaria todavía no cuenta con una evaluación sobre si el proyecto mejora el nivel pedagógico, aunque advierten que aporta nuevos conocimientos. “Es muy difícil hoy decir cuánto más saben los niños sobre determinado contenido programático. Lo que sí estoy seguro es que saben cosas y tienen competencias y habilidades que antes no tenían”, concluyó.
Fuente: El Observador
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