En la investigación de Flores Rosales y Fabrizio Cazorla “Las bandas musicales de Oruro. La música es factor que identifica una cultura”, se muestra la evolución por la que transitaron las bandas folklóricas del carnaval orureño hasta la actualidad.
“En un principio la entrada del carnaval era de los indios. En Oruro hubo dos entradas; la indígena y la de la clase acomodada, pero en un principio no habían bandas de músicas, los conjuntos de danzas eran acompañados por instrumentos autóctonos como las tarkas, los sikus y otros instrumentos nativos”, señaló.
Los investigadores identifican a la década de los 60 como la de mayor auge y expansión de las bandas folklóricas en Oruro, siendo las primeras la Banda Ferroviaria creada en 1956, la Intercontinental Poopó fundada el 4 de enero de 1964, la Espectacular Poopó fundada el 30 de junio de 1965, la 3 de mayo creada en 1965, la 10 de Febrero Mundial creada el 18 de enero de 1966, la banda 25 de Junio fundada la misma fecha de 1966, la Alianza de Oruro fundada el 24 de julio 1967, y así sucesivamente.
Flores Rosales señala que una investigadora boliviana descubrió hace poco, que la primera banda folklórica se fundó en la comunidad Challacollo en los años 50, a la que se denominó “Banda de Oruro”.
La Banda Imperial de los hermanos Vilcarani, fundada el 21 de septiembre de 1969, es también destacable según el investigador porque son amigos personales del presidente Evo Morales.
A partir de la década de los 80, los investigadores destacan el ingreso de las bandas a un periodo de mayor organización a través de los uniformes, coreografías e instrumentos. Pero es a partir del ingreso de la banda estudiantil Juventud de Oruro del colegio Sainz, en la entrada del carnaval de 1991, que las bandas se exigen mayor profesionalización.
“De haber nacido como bandas empíricas, empezaron a exigirse más, y hoy en día, se forman en el ámbito académico musical. En cambio, hace unos años, eran más elegidos por el oído, si eran afinados podían tocar los instrumentos de bronce, pero si eran desafinados tenían que tocar el tambor, el bombo o los platillos, eso también fue cambiando en los últimos años”, señaló.
También hubo otro cambio en los últimos años, según el investigador, ya que de ser bandas que se organizaban para las fiestas de carnaval, pasaron a trabajar de manera permanente y en preparación todo el año, ya no que no solo se presentan en el carnaval de Oruro, sino también en el Gran poder, otras festividades del interior del país, e incluso son contratadas para actuar en el exterior.
Flores señala que las bandas no son elitistas, pero se conforman sobre todo en función de las amistades, para ser parte de una de ellas.
Un hecho relevante en el estudio, fue el carnaval del año 2001, cuando se logra un récord Guinness por la participación de 6.000 músicos durante el festival de bandas. También se visibilza la participación de la mujer.
Fuente: PIEB
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