La determinación fue asumida, con dispensación de trámite y voto de urgencia, en ocasión de la 176 sesión ordinaria a solicitud del titular de esa instancia de la Asamblea Legislativa Plurinacional, René Martínez Callahuanca (MAS).
En la ocasión, el senador por Convergencia Nacional (CN), Bernard Gutiérrez, dijo que más allá del posicionamiento político asumido por Ana María Romero de Campero, en la última etapa de su vida, se suman a la Condecoración Póstuma porque como periodista y Defensora del Pueblo no cesó un instante en la lucha por la democracia y los derechos humanos del pueblo boliviano.
“Para nosotros y para el pueblo de Bolivia queda claro que la vida de Ana María Romero de Campero es un testimonio de entrega y de servicio a la sociedad. Se la recuerda como una gran periodista, como una defensora incansable de los derechos humanos. Ese testimonio y legado que deja es invalorable, porque se trata de una mujer emblemática y una referencia importante para alcanzar los más altos objetivos con dedicación, tesón y compromiso”, manifestó el senador opositor.
A su vez, la senadora por el Movimiento Al socialismo (MAS), Gabriela Montaño, recordó que la ex Defensora del Pueblo siempre estuvo comprometida con sus principios y voluntad de servicio, hasta el final de su vida, porque no solo quedó satisfecha con los logros alcanzados como periodista o como Defensora del Pueblo, sino que encabezó una huelga de hambre para recuperar la dignidad de los bolivianos.
“¿Cómo podría Ana María haberse quedado al margen de lo que ahora sucede en nuestro país? Bolivia entera y el pueblo boliviano la respetan porque su bolivianidad supo teñirse de valores universales, porque su condición de mujer le permitió convertirse en un ser humano universal. Nosotros sabemos que Ana María no podía estar lejos de ese compromiso en estos últimos años de su vida, sino es de lado del compromiso del pueblo boliviano”, aseguró la senadora oficialista.
Criterios parecidos fueron expresados por asambleístas de la oposición y del oficialismo, dejando de lado sus diferencias políticas, para hacer conocer su pesar por la pérdida de una “gran mujer que Dios le regaló a los bolivianos”.
Finalmente, el presidente de la Cámara Alta, René Martínez, dijo que aunque no todos tuvieron el privilegio de haber trabajado junto a Ana María Romero de Campero para conocer de cerca su valor de solidaridad y compromiso de lucha por la recuperación de la democracia y la defensa de los derechos humanos, ese valor ha sido reconocido en los centros citadinos, en las organizaciones sociales, las comunidades y los pueblos originarios.
“Allá donde el ciudadano común y corriente, probablemente, no haya conocido algunos conceptos de su fase, ha profundizado el valor de su actuación. Fuera del lugar de la tentación e idolatría política, porque no todos hemos tenido la suerte de estar cerca a estas actuaciones de una personalidad como ha sido la compañera Ana María Romero de Campero”, dijo.
“Primero nuestro homenaje a esta ciudadana boliviana, esposa y madre, maestra, periodista, escritora, Defensora del Pueblo, militante defensora de los derechos humanos, militante defensora de la reivindicación marítima… y muchas otras cosas más por señalar en justicia a lo que ha significado Ana María”, declaró.
“Pero nos queda aclarada la memoria en esa presencia de opinión en los momentos más conflictivos de la vida política del país. Nos queda presente el comportamiento militante de defensa de los derechos humanos en dictadura y en democracia. Nos queda presente ese compromiso indeclinable con el pueblo boliviano porque la eligió primero como Senadora y después como Presidenta de ésta Cámara del Senado”, manifestó.
“Estamos conscientes de que hoy se apaga una vida, pero como todos ustedes han manifestado seguramente esa forma de vida estará encendiendo una llama de inspiración digna de imitar”, concluyó el senador René Martínez.
Fuente: Prensa Senado
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