El diputado Jaime Navarro, de Unidad Nacional, afirmó que en los últimos años se ha vuelto “evidente” la corrupción en el interior de las filas de la Policía y que no hay una política desde el Gobierno para combatirla. Acotó que el problema es “estructural” y que debe ser enfrentado desde varias dimensiones.
El senador Adolfo Mendoza, del Movimiento Al Socialismo (MAS), explicó que la propuesta presentada el miércoles servirá como un insumo más para definir el funcionamiento y disciplina de la Policía Boliviana.
“Si bien puede contribuir a cumplir una mejor labor de la Policía, la norma se debe enmarcar en principios y definiciones de seguridad del Estado”.
Ayer, el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, junto al comandante de la Policía, Óscar Nina, presentó el Anteproyecto de Ley del Sistema Disciplinario Administrativo Interno de la Policía Nacional. La autoridad gubernamental firmó que la futura norma servirá para “extirpar corrupción en las filas policiales”.
El Anteproyecto dispone que agentes encubiertos civiles investigarán en el interior de las filas policiales para detectar a los oficiales que tengan vínculos con delincuentes
Mendoza afirmó que tanto el Anteproyecto de Régimen Disciplinario de la Policía como la futura Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas deberán enmarcarse en los nuevos lineamientos de seguridad del Estado, que estarán definidos en una ley especial.
La Policía es la entidad con más denuncias de corrupción en su contra y además es identificada como la más difícil de depurar; el oficialismo busca obtener ese resultado a través del endurecimiento del régimen interno.
Las denuncias
De acuerdo con el comandante general de la Policía Nacional, Óscar Nina, 300 oficiales fueron dados de baja y 500 tienen procesos disciplinarios. La autoridad, en una entrevista concedida a radio Fides hace tres semanas, acotó que 30 miembros de la entidad verde olivo se encuentran en cárceles de varios puntos del país.
Además, la institución del orden fue la que más denuncias por corrupción recibió durante 2010 ante el Ministerio de Transparencia Institucional y Lucha Contra la Corrupción, de acuerdo con el informe de gestión presentado por la titular de ese despacho, Nardy Suxo.
De hecho, el presidente Evo Morales, al momento de nombrar a Nina como comandante de la Policía, en enero del año pasado, afirmó que existe un “contubernio” entre oficiales de rango con delincuentes comunes.
El Ejecutivo, además de estar molesto por la corrupción en el interior de la entidad del orden, observó con molestia en varias oportunidades los nexos de algunos oficiales con la Embajada de Estados Unidos y agentes de la DEA y USAID.
Fuente: Página Siete
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