La celebración del Día Nacional de la Transparencia y Lucha contra la Corrupción en el Palacio Quemado fue el acto en el que las autoridades, encabezadas por el vicepresidente Álvaro García Linera, reafirmaron la vocación anticorrupción del Estado. El enorme mural colgado en el hall del Palacio de Gobierno con la leyenda que decía “Por instrucción del Presidente, cero tolerancia a la corrupción” realzó la ceremonia.
“Desde el siglo XIX hasta el siglo XX, ser gobernante, alcalde, prefecto, diputado, senador, ministro, viceministro, vicepresidente y presidente era la forma más fácil y expedita de enriquecerse a costa del patrimonio y la riqueza de todos”, dijo García Linera en relación a la corrupción en el pasado.
La ministra de Transparencia y Lucha Contra la Corrupción, Nardi Suxo, indicó que aproximadamente 170 millones de dólares es el daño económico de la corrupción al Estado, sólo entre 1990 y 2010. “Aquí no hemos venido para dar a nuestra familia, a nuestros conocidos, a nuestros amigos dinero y casas. Aquí hemos venido a sacrificarnos, a servir, a trabajar por los demás y si alguien no quiere cumplir esto, que se vaya, no lo necesitamos en el Estado ni en el Gobierno, que renuncie”, enfatizó García Linera.
Se acabó esa práctica de hasta hace cinco años por la que “los partidos políticos se organizan como máquinas de enriquecimiento familiar. (...) con el patrimonio común del Estado, como los impuestos, gas, petróleo, minerales, tierra, agua” y otros, expresó.
Calificó de “abusiva, grosera y enfermiza” el robo de las arcas del Estado, que hicieron del país –en el pasado– el subcampeón de la corrupción.
“Con el presidente Evo (Morales desde 2006) y con la revolución democrática popular, ese enfermizo y denigrante destino de ser la caja chica y caja grande de familias, se acabó”, sostuvo.
El canciller David Choquehuanca, por su lado, reivindicó los valores y la cultura de los pueblos andinos y la transparencia de sus actos como un modelo para enfrentar el flagelo de la corrupción, a través los principios del de ama sua, ama llulla y ama quella (no robar, no mentir y no ser flojo).
Al respecto, García Linera recordó que “en tiempos que no había Estado, los recursos comunes se administraba por otras formas propias como el ayllu y sus códigos”.
En ese contexto, y destacando la construcción del marco jurídico de la lucha contra la corrupción como la ley anticorrupción Marcelo Quiroga, aseguró: “Quien cree que el Estado es su gran oportunidad para comprarse su casa, su edificio y dejarle herencia para sus hijos, que se vaya, porque si les pescamos les vamos a meter a la cárcel, no los vamos a perdonar”.
Por eso –aseguró–, la actual gestión gubernamental, encabezada por Evo Morales, está a prueba de todos los ataques de supuestos hechos de corrupción. “No hay nada que ocultar (...) todos los ministerios tienen monitores y cámaras de televisión. No hay nada que temer, eso es transparencia”, sostuvo y felicitó las acciones de la ministra de Transparencia, Nardi Suxo, en la lucha contra ese mal. “El día que todos tengamos algo de Nardi en nosotros, desaparecerá su ministerio”, ironizó.
En su discurso, Suxo aseguró que su administración está dispuesta a someterse a una auditoría jurídica de parte de las autoridades competentes –según dijo– para demostrar que la lucha contra la corrupción no tiene objetivos políticos y que ésta incluye a funcionarios de Gobierno sin distinción.
Acta de compromiso
Gabinete. Encabezados por los titulares de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca, y de la Presidencia, Óscar Coca, ayer el gabinete de ministros, además de viceministros, firmó el acta de compromiso de lucha frontal contra la corrupción.
Policía: El comandante de la Policía Boliviana, general Óscar Nina, en representación de la institución del orden, suscribió el acta en el Día Nacional de la Lucha Contra la Corrupción, que ayer se institucionalizó mediante el Decreto Supremo 0785. Jefes de las FFAA también estamparon sus firmas en ese documento.
Asamblea: El presidente de la Cámara de Senadores René Martínez, entre otras autoridades, fue parte del acuerdo interinstitucional que se firmó para la lucha anticorrupción.
En Cochabamba se replicó el acto
Las autoridades cochabambinas firmaron ayer compromisos para enfrentar y erradicar de manera decidida la corrupción y velar por que sus gestiones sean transparentes.
La suscripción de los documentos fue realizada en un acto en la Gobernación de Cochabamba, en el marco de la primera conmemoración del Día Nacional de la Transparencia y la Lucha contra la Corrupción.
La primera autoridad regional, Edmundo Novillo, y el alcalde del municipio del Cercado, Edwin Castellanos, lideraron la firma del documento, seguidos por representantes de la Séptima División de Ejército, la Policía Boliviana y la Dirección Departamental del Trabajo, entre otras.
El nuevo representante regional del Ministerio de Transparencia Institucional y Lucha Contra la Corrupción, José Antonio Rubín de Celis, dijo que “ratificamos hoy la voluntad política del Gobierno nacional con el pueblo, a través de la firma de un acta de compromiso que profundiza nuestras acciones por la transparencia y la lucha contra la corrupción”.
Control Social
El gobernador de Cochabamba, Edmundo Novillo, por su lado, manifestó que las organizaciones sociales desempeñarán a partir de ahora un papel fundamental en la aplicación del documento suscrito por medio del control social. “Entre nosotros tenemos que controlarnos, nadie tapará nada”, dijo.
El secretario ejecutivo de la Federación Departamental de Trabajadores Campesinos de Cochabamba, Manuel Mamani, firmó uno de los compromisos a nombre de las instituciones vallunas comprometidas con la lucha contra la corrupción.
Gobernaciones de Santa Cruz y Beni no se transparentan
La ministra de Transparencia, Nardi Suxo, dijo que la lucha contra la corrupción en el país, en el marco de la Constitución Política del Estado y el Plan Nacional de Desarrollo, tuvo varias dificultades, como la resistencia de los antes llamados funcionarios públicos.
“El trabajo en los ministerios, no por falta de apoyo de los ministros, no fue fácil”, porque no se entendía el proceso que se iniciaba y no había un compromiso con éste, sostuvo.
Sin embargo, aseguró que en ese lapso esa cartera de Estado, que se inició como viceministerio, tuvo varios logros. Entre ellos citó que el 62% de las entidades del Estado están bajo programas anticorrupción.
Además, 168 de los 337 municipios y siete de las nueve gobernaciones cuentan con unidades de transparencia. “Santa Cruz y Beni, pese los reiterados pedidos, se negaron a crear esas instancias”, apuntó. El Ministerio Público, la Contraloría y el Tribunal Supremo Electoral (TSE) tampoco tienen esas instancias. En el Ejecutivo, los 20 ministerios implementaron sus respectivas unidades anticorrupción.
Suxo informó de 26 casos con sentencia. En cuanto a la transparencia, destacó la rendición de cuentas públicas como uno de los logros en ese ámbito.
Además de los 20 ministerios, 124 municipios rindieron cuentas ante unas 174 organizaciones sociales, según el reporte oficial.
En cuanto a la prevención, señaló que 16.000 personas fueron capacitadas en control social y la Ley Marcelo Quiroga Santa Cruz.
“Pensar en nosotros antes que en el yo”
El canciller David Choquehuanca, en una magistral exposición sobre los valores y símbolos del pueblo aymara, afirmó que lucha contra la corrupción que encara el Gobierno es un importante instrumento para recuperar el camino, la soberanía y la dignidad del Estado y del pueblo boliviano.
La celebración del Día Nacional de la Transparencia y Lucha contra la Corrupción fue el marco en el que Choquehuanca explicó los alcances de la cultura ancestral y de la cual una de sus premisas es la administración pública de los bienes de la comunidad.
En su criterio, el Movimiento Al Socialismo (MAS), que nació de los movimientos sociales, indígena originario campesinos, es el instrumento que lidera la lucha “contra algunos males”, como el saqueo de los recursos naturales.
“En el pasado no había la necesidad de robar, pensábamos en la comunidad, en la familia, en nosotros antes que en el yo”, manifestó.
Choquehuanca recordó que entre las prácticas de los pueblos indígenas aymaras originarios estaba el principio de la ‘tumpa’, que significa el control obligado para garantizar el bienestar de todos. Dijo que esta práctica se truncó con la Ley de Participación Popular en 1994, porque redujo las tareas de fiscalización a “cinco personas”, organizadas en un denominado Comité de Vigilancia. Por eso, calificó a ese instrumento normativo aprobado en la primera gestión de Gonzalo Sánchez de Lozada como un “atentado contra los principios de transparencia de los pueblos”.
El Canciller explicó que la lucha contra la corrupción que encara el Gobierno es parte de la implementación de la CPE. En ese marco, por ejemplo, dijo que el camino del Vivir Bien significa recuperar los códigos y valores de los pueblos originarios. “Antes en las comunidades no era necesario vigilar las pertenencias, (...) nuestras casas no tenían candado”, enfatizó.
“Hoy necesitamos el candado, ya no creemos en la comunidad ni en nuestros hermanos, por lo que es necesario implementar una serie de acciones que recuperen los valores”, afirmó, según la Agencia Boliviana de Información.
Subrayó que con las políticas de Gobierno se comenzaron a “reconstruir objetivos comunes para volver al camino del equilibrio”. Dijo que, por ejemplo, la wiphala “es un símbolo no sólo de la inclusión, sino también de la transparencia”.
Fuente: Cambio
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