"Yo estimo que esa renuncia debe servir para distensionar los conflictos después que el presidente, Evo Morales, ha rechazado los hechos de violencia y calificó de imperdonable esos sucesos", remarcó.
En su opinión, la renuncia de Llorenti debe servir también "para dividir las aguas, porque una cosa son los objetivos de la marcha indígena y la otra son los propósitos para derrocar al Gobierno e impedir las elecciones judiciales del 16 de octubre".
El senador expresó su confianza en que el Gobierno trabajará "con sensatez en ese tema" y abogó para que los indígenas puedan diferenciar su objetivo, de los propósitos que tienen otras personas, que no tienen nada que ver con la demanda indígena.
"El deseo de la derecha, la oligarquía y el imperio es derrocar al Presidente, algo que evidentemente es extremadamente complicado y difícil", argumentó.
A su juicio, lo que les interesa a esos sectores, es desvirtuar los contenidos de la propia marcha indígena y entrar en otro juego que se aproxime al momento de las elecciones judiciales para que fracase la implementación de la Constitución Política del Estado.
"Más allá de lo coyuntural lo que está en juego con el conflicto del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) es la definición de la estrategia de desarrollo y el equilibrio entre desarrollo y la defensa de la madre tierra", consideró.
Fuente: ABI
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