Queremos seguir incrementando esos vínculos; tenemos deuda con este país y no olvidamos su solidaridad en momentos difíciles para desarrollar nuestra Revolución democrática y constitucional, aseveró el dignatario boliviano antes de concluir su estancia aquí.
Seguiremos trabajando en los acuerdos que tenemos, adelantó en una entrevista con el programa radiotelevisado Mesa Redonda, durante la cual mostró sus simpatías con la mayor de las Antillas.
Vine a compartir algunas horas con el pueblo cubano y sobre todo a seguir teniendo reuniones conjuntas, porque somos países aliados, con coincidencias ideológicas y culturales, amplió el jefe de Estado.
Morales calificó en esta capital de orgullo y alegría la posibilidad de seguir aprendiendo del líder de la Revolución cubana.
Hace unos años, en 2003, 2004, Fidel Castro me hablaba noche y madrugada sobre salud y educación; ahora lo hizo durante tres horas sobre alimentación, apuntó.
Está haciendo investigaciones muy profundas relacionadas con ese tema, añadió, y puntualizó que encontró al líder revolucionario muy recuperado, fuerte, caminando normalmente y con sus reflexiones de siempre.
Definió como política criminal el bloqueo económico que Estados Unidos impone a Cuba hace medio siglo, y vaticinó que ese cerco recibirá nuevamente este año el rechazo en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas.
Todo el mundo apoya a la mayor de las Antillas, esa es una batalla política e ideológica, y los valores no se venden, no se rinden, subrayó el jefe de Estado boliviano antes de partir de La Habana, a donde llegó procedente de Venezuela.
Recalcó que es injusto el encarcelamiento en Estados Unidos de los cinco antiterroristas cubanos: René González, Antonio Guerrero, Fernando González, Ramón Labañino y Gerardo Hernández desde el 12 de septiembre de 1998.
Continuaremos, sentenció, pidiendo la libertad de estos luchadores (cuyas condenas llegan hasta doble cadena perpetua más 15 años de cárcel en el caso de Gerardo) no solo como gobierno, sino a través de los movimientos sociales hasta poner fin a la injusticia.
Durante su estancia aquí, Morales recibió el título de Doctor Honoris Causa en Ciencias Políticas de la Universidad de La Habana en reconocimiento a sus relevantes aportes a esa disciplina.
La resolución de la casi tricentenaria casa de altos estudios, leída por su rector, Gustavo Cobreiro, destaca la trayectoria del dignatario desde sus tiempos de líder sindical hasta las responsabilidades actuales.
Morales ha realizado grandes aportes a una Nueva Ciencia Política portadora por los pobres, los de abajo, los del Sur político, e incluyente de los pueblos originarios, afirma el texto.
Agrega que a partir de esa ciencia se reconoce que los indígenas de Bolivia, América Latina y el mundo han emergido como sujetos y protagonistas.
También subraya que el presidente ha enfrentado con valentía política, de forma creadora, los retos internos y externos amenazadores del nuevo Estado Plurinacional de Bolivia.
La práctica política de Morales, recalca la resolución, y su pensamiento bioético, medioambientalista y politológico lo califican como el mandatario de mayores resultados políticos y sociales de la historia boliviana.
Sentencia que el dignatario "nos ha propuesto una cultura de la vida, al propio tiempo que identifica gnoseológicamente al capitalismo como una cultura de la muerte, y como causa principal de la depredación del planeta".
Este reconocimiento no es solamente de Evo Morales, sino de aquellos que luchan por la igualdad en América Latina y el mundo, sostuvo el estadista tras recibir en el Aula Magna el referido título.
Sin la presencia de bases militares y el embajador de Estados Unidos en su territorio, Bolivia es mucho más libre, y vive con dignidad y soberanía, afirmó en el histórico recinto universitario, con la presencia del primer vicepresidente cubano, José Ramón Machado Ventura.
Comentó que la nueva política del capitalismo es generar problemas internos como actualmente ocurre en Libia, agredida por bombardeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Ahora me doy cuenta de lo que Estados Unidos quería hacer en Bolivia, manifestó el mandatario al recordar los intentos de sacarlo del poder y fragmentar al país suramericano.
Esa es la política del imperio, quieren asaltar los recursos naturales de los pueblos para enfrentar la crisis del capitalismo, cuyo carácter no es cíclico sino estructural, enfatizó Morales.
Criticó además la descertificación de Washington a la lucha boliviana contra el narcotráfico, cuando, agregó, en suelo norteamericano se concentran los corruptos, los narcotraficantes y los verdaderos terroristas.
La humanidad está esperando una nueva tesis política sobre los derechos de la Madre Tierra, de los recursos naturales, de la vida en sentido general, sentenció el presidente boliviano.
Recalcó que este milenio es de los pueblos y no de las oligarquías, si queremos la verdadera igualdad y la liberación de todos en el mundo.
El capitalismo no es la solución a los problemas actuales de la humanidad, aseveró antes de destacar el ejemplo que representa Fidel Castro en la lucha por un mundo mejor.
Cuba siempre es fuente de inspiración, el primer país solidario con el resto del orbe, y su apoyo es impagable, puntualizó al resaltar los avances del archipiélago en materia de salud y educación y la ayuda ofrecida a Bolivia en esos sectores.
Entrevistado por Prensa Latina, Morales aseguró que es necesaria una revolución en las Naciones Unidas para poner fin a la dictadura que representa el Consejo de Seguridad y criticó la resolución aprobada en marzo último en esa instancia que sirvió de sombrilla a los bombardeos de la OTAN contra Libia.
"Qué Consejo de Seguridad; yo diría que es un Consejo de inseguridad", exclamó tras afirmar que esa agresión constituye una vergüenza para la humanidad.
Preguntó además qué clases de organismos internacionales tenemos en el mundo ante cuyos ojos se puede fraguar una embestida bélica como la mencionada con Estados Unidos a la cabeza contra el país árabe.
De acuerdo con el mandatario boliviano, tras sacar del poder a base de bombas al líder Muamar Al Gadafi, ahora las potencias occidentales y Washington se pelean para ver quién será el dueño de los pozos petroleros de Libia.
Fuente: Prensa Latina