Preámbulo
Consideramos importante recuperar en esta declaración final las certezas, riesgos y desafíos que se identificaron en el documento, de estas mismas características, realizado con motivo de la celebración del Seminario Taller Internacional “Retos y desafíos en la construcción de estados plurinacionales”, llevado a cabo en La Paz, Bolivia, entre los días 15 al 18 de febrero del pasado año 2011. De hecho, este seminario taller debe ser entendido como un paso más en el camino de reflexión y dialogo de nuestros pueblos y organizaciones, enlazando así con las conclusiones alcanzadas por nuestras mismas organizaciones y otras hermanas en el indicado seminario taller del año 2011.
Rescatamos y reiteramos de la anterior declaración final citada el desafío nombrado: “nos planteamos la urgencia de movilizarnos regionalmente detrás de la consigna de construir estados plurinacionales y del innegociable reclamo de que su construcción exige la participación protagónica de organizaciones, pueblos y naciones indígenas. Ello implica mantener nuestra capacidad propositiva y el estado de alerta y movilización permanente ante las formas de negación de los derechos indígenas por parte de los estados y gobiernos”.
Establecemos entonces en esta declaración las siguientes certezas y retos, conscientes de nuestra realidad:
Certezas
- Reiteramos, en consonancia con múltiples declaraciones y documentos anteriores que, los pueblos y organizaciones indígenas originarios campesinos somos en gran medida y junto con otros sectores políticos y sociales, los garantes de los procesos de construcción de los estados plurinacionales. Así mismo, nos reivindicamos una vez más como los sujetos políticos que el colonialismo históricamente nos ha negado y que ahora revertimos en la búsqueda de una real y plena autodeterminación.
- Afirmamos que la descolonización es un hecho político y así debe ser entendido en todo su desarrollo y dimensión. Hacemos esta afirmación desde el convencimiento de que el proceso de descolonización debe de entenderse como una disputa con las estructuras coloniales de poder y persigue una redistribución de ese poder en favor de quienes históricamente hemos sido sojuzgados.
- El sometimiento de los pueblos en los procesos colonialistas siempre se ha entendido en su caminar de la mano de fuerzas foráneas. Esto es cierto y la historia en nuestro continente Abya Yala es prueba certera de ello. Sin embargo, también mantenemos que en nuestros países, en su vida republicana, se ha ejercido desde las clases políticas y económicas dominantes una suerte de colonialismo interno hacia nuestros pueblos.
- Los procesos de descolonización no pueden quedarse limitados a la simple integración de pueblos, históricamente dominados, en las estructuras políticas, administrativas, económicas, sociales y culturales de los actuales estados. Si esto fuera así, no sería sino una nueva apuesta por la integración y asimilación de nuestros pueblos.
- La descolonización implica, ciertamente, la participación activa de nuestros pueblos en las estructuras de los estados, pero, para la construcción de verdaderos estados plurinacionales las viejas y opresoras estructuras estatales, sociales, jurídicas, económicas y culturales deben ser transformadas por otras creadas desde nuestras realidades políticas, sociales, económicas y culturales propias y, basadas en la justicia y reconocimiento y ejercicio de todos los derechos que como pueblos nos corresponden.
- Mantenemos que la propia transformación profunda de las estructuras de los estados es un acto revolucionario central de los procesos de descolonización y, como hemos señalado no podrá haber verdadera construcción de estados plurinacionales si no se desarrolla y culmina el proceso de descolonización de nuestros pueblos, sociedad y estados.
- En el mismo sentido revolucionario, entendido como hecho transformador en nuestros países hacia sistemas y sociedades más justas y equitativas, afirmamos la importancia de la descolonización también desde el proceso personal y social, así como económico y cultural. Nos engañaríamos si nos quedáramos en la intención parcial de estos procesos y legaríamos a las nuevas generaciones sociedades, una vez más, construidas en el engaño, parcialidad e injusticia.
- Igualmente, asumimos, como planteamiento político e ideológico, que no puede haber descolonización sin proceso paralelo de despatriarcalización y su inversa, es decir, no puede darse un verdadero y real proceso de despatriarcalización si no se opera a la vez el necesario proceso de descolonización.
- En el año internacional de la Comunicación Indígena, afirmamos que la comunicación desde nuestros pueblos y naciones indígena originario campesinos se ha constituido en una herramienta de formación, fortalecimiento organizativo - político y generador de propuestas que ha contribuido y contribuye a la construcción de la plurinacionalidad y a la transformación integral de la sociedad, hasta la conquista del buen vivir. Nos planteamos que en nuestros procesos es fundamental seguir avanzando en la construcción de una comunicación descolonizadora.
- También en consonancia con la declaración final señalada más arriba, nos reafirmamos en la urgencia, para la sobrevivencia de nuestros pueblos en igualdad con los demás, del inicio de procesos de transformación de los actuales estados nación, así como del impulso y profundización en el caminar de los ya declarados estados plurinacionales hacia su irreversible transformación. En este camino, así como la comunicación la hemos reconocido una vez más en este encuentro como herramienta estratégica al servicio de nuestros procesos, afirmamos que la descolonización, la despatriarcalización y el Buen Vivir son ejes fundamentales en la construcción de estados plurinacionales y resultado último del ejercicio de nuestro derecho de autodeterminación.
La Paz, 20 de abril de 2012
Fuente: APC