La ovación fue estruendosa cuando ella interpretó el tema Oda al alba, que tuvo varios puntos sobresalientes: la introducción prolongada fue un solo de percusión; y tanto ella como los instrumentos imitaron la voz de las gaviotas y de otros pájaros.
Carpio volvió a presentarse en La Paz después de diez años de ausencia. Actualmente radica en Francia, donde fue embajadora del gobierno de Evo Morales entre abril de 2006 y marzo de 2011.
La ocasión sirvió para que la Asamblea Legislativa Plurinacional le entregue presentes de mano de su presidenta, Gabriela Montaño, en homenaje a sus 40 años de trayectoria artística. También recibió un galardón de parte de la senadora de Oruro Sandra Soriano.
El espectáculo comenzó a las 19.30 y se extendió hasta las 22.00. La artista subió al escenario ataviada con un traje potosino. Ella nació en la comunidad Qala Qala del departamento de Potosí.
Sus primeras canciones, acompañada por una variedad de instrumentos, fueron interpretadas en quechua, su idioma materno. La primera fue un homenaje al Tata Inti. En el fondo del escenario se proyectaban imágenes de montañas y nubes. Se vio, entre otras, las cumbres del Kilimanjaro y del Aconcagua, picos emblemáticos de África y de Sudamérica.
El segundo tema fue dedicado a los Achachilas y estuvo ejecutado con sonidos provenientes de caracoles. La tercera canción de la noche fue Espíritu del agua. Luego pasó a sus interpretaciones en español como La alegría de los niños. La pieza El arrullo de mi madre contó con la participación de un coro de voces. Luego hubo una demostración de la orquesta que acompañaba a Luzmila Carpio, que hizo oír Cusi, camino a la armonía.
Posteriormente se realizaron las premiaciones y reconocimientos. Ella se mostró muy emocionada y en recompensa cantó un tema más. Luego, el público pidió que ella vocalice temas favoritos como Patita. Después, a insistencia de los asistentes, se despidió con un bis de Los animales.
Fuente: La Razon
Fue un hermoso concierto
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