LR (13-10-13).- Desde el 10 de octubre se desarrolla en nueve ciudades de Bolivia la décima Muestra de Cine Latinoamericano. Una década que se celebra a lo grande con una programación que opta por dialogar con los nuevos títulos que son estrenos en esta nueva versión de la cita con el cine de la región y otras películas que han sido exitosas en pasadas ediciones. Un total de 18 filmes y el estreno de Yvy Maraey, Tierra sin mal, la nueva película de Juan Carlos Valdivia que representa a Bolivia.
No es una novedad sostener que uno de los grandes problemas que existe para la cinematografía latinoamericana es la “casi” ausencia de sistemas de distribución y exhibición alternativos que permitan abrir un diálogo entre realidades que, en esencia, son mucho más cercanas y comulgan de mejor manera con la vida cotidiana de nuestros países.
La necesidad de consolidar espacios referenciales para el cine latinoamericano contribuye a fortalecer la cultura cinematográfica en Bolivia. La posibilidad de poder acercarnos a las historias de nuestros vecinos, desde sus particularidades, nos permite experimentar una sorpresa continua con situaciones e historias que también enfrentamos.
Personajes semejantes a individuos que podíamos haber conocido, inmersos en historias de las que hemos escuchado en oportunidades tan diversas —como la vida universitaria o la represión y las dictaduras militares— abren los caminos para poder disfrutar de una de las mejores oportunidades que se tienen, ante la ausencia de festivales o ciclos para poder ver algo de lo mejor del cine regional. Es importante asistir a las diferentes sedes de esta décima muestra que se desarrollará hasta el 23 de octubre y que promete convertirse en una de las mejores opciones culturales.
Fuente: La Razon
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