¿Entonces por qué tendríamos que poner en cuestión el modelo de “Estado Plurinacional”, que esta vez sí, fue el resultado de la demanda de la mayoría del pueblo boliviano, solo porque el número o porcentaje de los PIOC habría disminuido?.
Todo parece apuntar a que es otra campaña en contra del Estado Plurinacional, salvando algunas opiniones que pueden emerger de una falta de objetividad en relación al censo y sus antecedentes, que de manera intencional, ya fue politizado desde un inicio, con la injustificada discusión del tema mestizo, resabio de un pensamiento arrastrado desde la colonia e impuesto por occidente, que colocó a los blancos en cúspide de la pirámide “racial”, ubicando a otros pueblos en una escala descendente, donde indígenas y negros estaban en el sótano.
El desclasamiento de algunos “mestizos”, también denominados de “piel sucia” había sido convertido por los europeos en un excelente negocio. Los reyes de España y Portugal vendían “certificados de blancura”, que convertía a mestizos adinerados en “blancos”, para ruina de los espejos.
Ciertos sectores políticos hoy, se empeñan en ser “mestizos” persistiendo por instalar una falsa polémica, que más que reivindicar identidades, genera resentimientos y animadversiones, y que antes de identificarse con guaraníes, quechuas, aymaras o mosetenes, prefieran acercarse a los blancos, o ser orgullosamente bolivianos y bolivianas.
Este falso debate, en realidad desnuda una fuerte interpelación al proyecto político que el proceso de cambio y transformación ha puesto en marcha, y cuyo protagonismo se afirma en lo indígena junto a gran parte de la sociedad boliviana secularmente arrinconada.
Este protagonismo no puede ser reducido anúmeros o porcentajes, su presencia es cualitativa, forma parte del imaginario de la sociedad; además de constituir uno de más importantes componentes de la identidad nacional, nos interpela con un paradigma alternativo al modelo capitalista que estrangula y destruye la sociedad y el planeta; el paradigma del Suma Qamaña - Sumaq Kawsay, ñandereko, prácticas y principios culturales para alcanzar el Vivir Bien, construyendo una relación armoniosa con la naturaleza.
Hoy nuestro reto es construir una alternativa de vida distinta; la base es el Estado Plurinacional para vivir bien, implicando por ejemplo cambiar los parámetros tradicionales para medir los índices de desarrollo humano, como es por ejemplo el PIB que está siendo cuestionado en otros países. El Gobierno de Bután, ha creado el denominado “Índice Nacional Bruto de Felicidad” INBF, que incluye la medición de los niveles de: salud pública, estabilidad laboral, calidad del medio ambiente, y el goce pleno de los derechos humanos. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon: afirmó que “Necesitamos un nuevo paradigma económico que reconozca la paridad entre los tres pilares del desarrollo sostenible. El bienestar económico, el social y el medioambiental son indivisibles. Juntos definen la cantidad global de la felicidad”.
Vamos por ese camino, defendamos al planeta y la humanidad. Los saberes de nuestros hermanos indígena originario campesinos y su paradigma civilizatorio nos interpelan.
Fuente: Oxigeno Bolivia
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