Pieb (16-10-13).- Un análisis sinérgico de la obra de la escritora, poetisa y novelista boliviana Adela Zamudio o Soledad, permitió a la escritora e investigadora Virginia Ayllón, re-editar los cuentos de una de las más grandes escritoras feministas de la historia boliviana. La única novela de su magistral repertorio “Íntimas” se encuentra entre las 15 novelas fundamentales de la literatura boliviana, y es considerada la primera a nivel latinoamericano con voz femenina en la narración.
Durante la XVIII Feria Internacional del Libro de La Paz (FIL), Plural Editores presentó el libro “Cuentos de Zamudio”, trabajo re-editado por Virginia Ayllón. El escritor Luis “Cachín Antezana” y el editor Mauricio Souza fueron los comentaristas del nuevo aporte literario.
La presentación del libro coincidió con el Día de la Mujer boliviana en homenaje al 11 de octubre, cumpleaños de Zamudio, pero también al centenario de su única novela llamada “Íntimas”, de la cual habló a través de un video grabado, Leonardo García Pabón, re-editor de la obra publicada en 1999.
Ayllón criticó que a pesar de que Zamudio es una de las escritoras del acervo nacional más homenajeadas, es una de las menos leídas. Al referirse a la recopilación de los cuentos, dijo que se tuvo que librar con tres enormes sombras; la primera y más superficial, referida a la denominación de las obras, pues en 1942 se publicaron dos tomos de “Cuentos Breves” y las “Novelas Cortas” de la escritora, por lo que había que dilucidar el género cabal.
El segundo tema tuvo que ver con las narraciones que se acercan a las alegorías narrativas, que fueron encontradas junto a los cuentos breves, por lo que el libro también rescató las alegorías, además de una veintena de pensamientos.
El tercer asunto que había que dilucidar obligó a Ayllón a buscar información bibliográfica y análisis filológico. Encontró que en 1980 , la sobrina nieta de la escritora de nombre Gabriela Taborga, publicó en el periódico el artículo “La verdadera Adela Zamudio”, donde afirma que los cuentos publicados en 1942 por Editorial La Paz, estaban tan mal escritos que su tía jamás los habría escrito e incluso publica la supuesta verdadera versión del cuento “Noche de Fiesta”.
“Esto obligó a buscar en los archivos de la familia y se encontró la versión de un cuento y una lectura, y textos de periódicos. Ahí se tuvo que acudir a otra metodología buscando casos parecidos en la literatura no solo nacional, para hacer un análisis sinérgico; es decir, analizar la poesía, la novela, ensayos y otros escritos de Adela Zamudio para ver si acaso, el universo escritorial correspondía a estos escritos, y los resultados fuero maravillosos”, afirmó la investigadora.
Del análisis sinérgico de la obra de Zamudio, se pudo establecer que la versión del cuento “Noche de Fiestas” presentado por Taborga no era el original, porque traicionaba el lenguaje de la época y el estilo de la propia poetisa. “Ella hace lo que muchas familias, editar lo que hacenun ser querido, pero comienza a sustituir palabras como indio por trabajador del campo, y comete otros errores”, explicó.
Señaló que en el cuento “Violín y guitarra”, hay los mismos personajes de “Íntimas” y temas semejantes en torno a las habladurías, amores entre una mujer mayor y un hombre mucho más joven, la mentira y la doble moral, entre otros. “De tal manera que con esta forma de trabajo se pudo establecer la correspondencia y elementos fundamentales en la narrativa de Adela Zamudio”, afirmó.
La edición trabajada por Ayllón reúne 17 cuentos que fueron publicados por la Editorial La Paz en dos volúmenes en 1942; en el primero estuvieron “Cautivo”,” A Buenos Aires”, “Cómo miente la historia”, “Corazón de mujer”, “La reunión de ayer”, “El diablo químico”, “El capricho del canónigo”, “Noche de Fiesta”, “La sociedad politécnica” y “Días aciagos”. Mientras que en l segundo se publicaron piezas alegóricas y pensamientos, además de los cuentos “Violín y guitarra”, “El milagro de Fray Justo” y, “El milagro”, “El Vértigo”, “El Rendón y Rondín” y “El velo de la purísima”.
“La obra de Adela Zamudio es una de las primeras en marcar el paisaje en la literatura. Se emparenta no solo con su novela, como el cuento “El vértigo”, el más celebrado, sino que se emparenta con su poema “A un suicida”, que tematiza el impedimento de morir o cómo la vida no permite la muerte. Este tipo de análisis sinérgico permitió ubicar ese mundo escritorial de Adela Zamudio y confirmar que estos son cuentos escritos por ella, y que corresponden a otros momentos de su escritura”, señaló.
El Comité Editorial estuvo conformado por Virginia Ayllón, Elizabeth Monasterios, Juan Carlos Orihuela, Alba María Paz Soldán, Ana Rebeca Prada, José Antonio Quiroga, Mauricio Souza Crespo y Mónica Velásquez Guzmán.
La soledad es otra de las temáticas que trabajó la insigne escritora, pero no aquella que tiene que ver con no tener a alguien al lado, sino una soledad mucho más profunda y mística.
El centro de la genealogía femenina
Para la escritora Virginia Ayllón, Adela Zamudio se constituye en el centro de una genealogía sexual femenina, ya que si bien hubo escritoras antes y después de ella, “pero fue ella quien explica, lo resuelve e ilumina para adelante. No hay posibilidad de entender la literatura escrita por mujeres si no se tiene este centro”.
A través de su obra –dijo la investigadora- Zamudio desmanteló la imagen creada de la mujer, por las novelas de la época, y atacó aquellas féminas que se rendían pleitesías a un sistema que luego las oprimía, o a las novias que sólo esperaban su turno de convertirse en esposas, pero además cuestionó el peso de la palabra y las relaciones de amor como cosa pública y no privada.
“Lo que se vio también es que es una novela romántica y en algunos casos modernista e idealista, pero no tiene nada que ver con el romanticismo de esa época, era una obra rara, que no tenía nada que ver con las novelas ubicadas en París, una isla exótica ó en Lima, Adela Zamudio ubica su novela “Íntimas” en Cochabamba.
Según Ayllón, la novela de Zamudio se emparenta totalmente con escritoras románticas que estaban haciendo lo mismo que ella pero en otros contextos, como Clorinda Matto de Turner, Gertrudis Gómez de Abellaneda, entra otras, donde el romanticismo era entendido como aquel espacio escritorial, que sirvió para desmontar las imágenes que creaban sobre las mujeres en la literatura de entonces.
“Era en momentos, en que se mostraban a una mujer bella, niña, inocente, débil, que no tenía voz, y mucho mejor si estaba enferma, y se desmayaba al ver la flor del novio”, señaló.
Luis “Cachín” Antezana, señaló que Íntimas, la novela publicada en 1913 fue ignorada hasta 1999, cuando es recuperada por García Pabón, y hoy forma parte de la colección de letras fundacionales de Bolivia.
“Íntimas es la primera novela latinoamericana con voz femenina en la narración. Hace unos años se descubrió a una escritora chilena que utilizaba las técnicas de Adela, ella andaba demasiado lejos de su tiempo, por ejemplo en su pieza Quo Vadis Dominé donde menciona: dónde está la pobreza, dónde está la riqueza, muestra que el Papa actual repite el Quo Vadis de doña Adela”, dijo.
Mauricio Souza destacó la complejidad de la construcción de la única novela de la poetisa a partir de cartas entre mujeres y cartas entre varones, y cómo las historias se cruzan a lo largo de la obra dividida en dos partes, de las cuales sobresale como personaje principal Alta Gracia, una mujer que queda solterona.
Fuente: PIEB
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