martes, 10 de abril de 2012

Ferias agroecológicas son opción para lograr equidad entre productor e intermediario, según experto

Pieb (5-04-12).- Las ferias agroecológicas en las grandes ciudades, se constituyen en una alternativa aplicable en Bolivia para romper con la inequidad de ingresos de los productores del área rural en relación a los intermediarios y comercializadores del área urbana, afirmó el agrónomo e investigador, Pierril Lacroix.

El experto francés de Agrónomos y Veterinarios Sin Fronteras (AVSF), participó en el seminario internacional “Sistemas Agroalimentarios y Economía Social”, donde se enfocó en las “Ferias agroecológicas: comercialización y valorización del territorio”, para destacar la importancia del acceso de los productores del agro a los lugares de venta seguros, la incidencia hacia los gobiernos locales, la generación de trabajo concertado y la generación y difusión de información sobre las dinámicas de comercialización agroalimentaria.

“Hay un margen de ingresos importantes que se están llevando en el proceso los comercializadores; ese margen contribuye a que sigan situaciones de inequidad entre el campo y la ciudad.

Estructuralmente hay más pobreza en el campo por falta de ingresos. Vemos que en la sociedad actual si bien es posible fomentar el autoconsumo, una mejor alimentación de las familias productoras, no pueden vivir solo de eso, los productores necesitan comercializar”, señaló.

Lacroix explicó que estudios realizados en Ecuador y Perú demostraron las inequidades de los ingresos económicos de los productores agroecológicos en relación a los intermediarios y los comercializadores de las ciudades.

El tema central según Lacroix, fue ver cómo ayudar a los productores a entrar en lugares de comercialización donde antes no ingresaban, en particular en las ciudades. “El productor casi siempre se quedó en el campo para vender y esperar a un intermediario, y en algunos casos, el que le cosechaba al productor era el comercializador”, dijo.

Esa pérdida de control sobre su producto según el investigador, lo llevó al agricultor campesino a producir más para generar más ingresos, cansar la tierra, expandirse sin control a zonas no aptas para el cultivo, y por consiguiente, a un mayor empobrecimiento a mediano y largo plazo.

“En un circuito de comercialización convencional, el productor no tiene acceso a los lugares estratégicos de venta en los mercados mayoristas o minoristas. Si el productor quiere vender no va tener la potestad de quedarse de manera estable. Entonces, la apuesta es desarrollar ferias alternativas, lugares de ventas y alternativas en las ciudades”, afirmó.

El desafío para los productores agroecológicos organizados es negociar espacios alternativos de comercialización en las grandes ciudades, como una plaza o una cuadra una vez a la semana, además de construir procesos de confianza con grandes compradores, como cadenas de supermercados, restaurants y hoteles.

“En el escenario boliviano vemos como potencial la discusión con el Estado sobre esos lugares de venta. Hay un modelo de reflexión de supermercados populares desde el Gobierno, la cuestión es un poco ver las ferias de precio justo pero para ambas partes, cómos negociar un precio justo para el consumidor y para el productor, y eso implica una negociación entre dos”, señaló.

Sin embargo, Lacroix advirtió que si las ferias son montadas desde el Gobierno, lo cual implique el traslado subvencionado de los productores hacia las ciudades ya sea en buses o en camiones, esa modalidad no es sostenible, pues deben ser los propios productores organizados los que se empoderen del sistema. “Si es que el productor tiene que trasladarse más de 100 kilómetros para vender sus productos, a no ser que haya más de 20 mil consumidores, eso no vale la pena”, dijo.

Recomendó en la actual coyuntura, generar procesos de reflexión conjunta con el Estado, para que los productores pueden generar ventas públicas de productos frescos. Actualmente los municipios compran productos alimenticios procesados para el desayuno escolar.

Fuente: Pieb