martes, 24 de abril de 2012

¿Cómo deben medirse las universidades en la región?

Pieb (20-04-12).- Un nuevo Sistema Básico de Indicadores para la Educación Superior de América Latina fue elaborado para saber cómo son, qué hacen y qué resultados obtienen las universidades, con el propósito de mejorar su calidad y transparencia. La Universidad Técnica de Oruro (UTO), como socia del proyecto, y la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y la Universidad Católica de Bolivia, como adscritas, participaron de este trabajo.

El proyecto INFOACES, con la colaboración de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, desarrolló estos indicadores en más de un año a partir de datos de las universidades participantes.

Los organizadores consideran que la información acerca de las instituciones de educación es importante tanto para que las familias puedan tomar decisiones sobre la universidad que elegirán para sus hijos o hijas como para que los empleadores tengan una idea de la formación de un egresado.

La idea es además avanzar hacia un Área Común de Educación Superior (ACES) con el apoyo de herramientas transparentes de información.

El sistema básico de indicadores cuenta con 44 indicadores clasificados en tres dimensiones: estructura, resultados y contexto. En el indicador estructura se ven a la vez las dimensiones perfil (datos generales y colectivos de la institución), oferta (titulaciones, etétera), infraestructuras (espacios, recursos, tecnologías). En el indicador “resultados”, éste se medirá a nivel de la enseñanza (demanda, matrícula, recursos humanos, abandono, eficiencia, rendimiento, etcétera), de la investigación (producción, recursos para investigar e innovar) y de la transferencia/extensión (patentes y formación contínua). Por último en el indicador “contexto” se verá información sobre la estructura económica y educativa del entorno.

El responsable del Departamento de Planificación de la UMSA, Julio Alvarado, opinó que es muy importante que las universidades parámetros de evaluación que sirvan como metas para alcanzar mejores niveles académicos y científicos.

“Eso nos va a servir para adecuar nuestra currícula académica al desarrollo tecnológico y de la sociedad. Así también existe la posibilidad de comparar y poder medirse entre universidades de América Latina, con criterios homogéneos”, comentó.

Fuente: PIEB