La presa de 120 meros de alto, una vez conectada con el túnel de Misicuni, servirá para embalsar 155 millones de metros cúbicos, esto significa un incremento de hasta 2 mil veces más de lo que actualmente capta la represa de Escalerani, administrada por el Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa).
Los proyectos están emplazados en las lagunas Iscay Qocha y Socara, para el aprovechamiento hídrico de las ocho comunidades, que se han visto afectadas por la construcción de la represa de Misicuni y la desaparición de al menos un centenar de vertientes.
Según el asambleísta, el proyecto cuenta con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que otorgó un financiamiento de 7 millones de bolivianos para la implementación de planes de mitigación ambiental en Misicuni.
Los pobladores de las comunidades de Misicuni pidieron la ejecución de un proyecto piscícola con los 7 millones de bolivianos del BID. Sin embargo, la demanda será atendida por fases y a través de proyectos piloto, como la colocación de 15 mil alevines (peces) en 10 lagunas.
Según los representantes de varias comunidades aún está pendiente la discusión sobre la construcción de la hidroeléctrica en El Paso (Molle Molle), debido a que hay sectores que se oponen al “mega” proyecto que será administrado por la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE).
Fuente: Los Tiempos