EB (3-02-14).- En 1795, nace Antonio José de Sucre en Cumaná (Venezuela). Nació en la capital de la Provincia de Nueva Andalucía (posteriormente provincia de Cumaná), en el seno de una familia franco-belga por la línea de su padre, Vicente Sucre y Urbaneja y española por la línea de su madre, María Manuela de Alcalá y Sánchez, quien murió cuando el futuro líder independentista tenía apenas 7 años. Poco tiempo después, fue enviado a Caracas y puesto al cuidado de su padrino, el presbítero Antonio Patricio de Alcalá, para comenzar la carrera de ingeniería militar.
En vista de sus actuaciones militares por la Independencia de América, con orden y disciplina Bolívar lo nombró Jefe de su Estado Mayor y General de División. Bajo las órdenes de Bolívar, Sucre llegó a ser el más importante General del Ejercito Libertador y llevó adelante importantes misiones diplomáticas y políticas. De esta manera, en 1820 redactó el Tratado de Armisticio y Regularización de La Guerra de Santa Ana, que Bolívar firmó con el General realista Pablo Morillo. El Libertador comentó que este documento era el “Más bello monumento de la piedad aplicado a la Guerra”. Posteriormente, Sucre fue el artífice de una entrevista en Guayaquil entre Simón Bolívar y José de San Martín; un encuentro que sirvió para demostrar el valor de estos hombres.
Después de las grandes batallas de Pichincha y Junín, en las cuales se destacó en compañía de Andrés de Santa Cruz, actuó en la última gran batalla de Ayacucho, donde antes de dicha batalla, arengó a sus tropas con las palabras siguientes: “De los esfuerzos de hoy, depende la suerte de América del Sur del mañana”. Por esta triunfal batalla, Bolívar le dio el título de Gran Mariscal de Ayacucho.
Luego de forjada la Independencia de la América del Sur, Sucre fue Presidente de Bolivia y el dio el primer paso para que nueetro país consiguiese su plena soberanía y se gobernara a sí misma. Por la ambición politiquera de un grupo de hombres de aquel tiempo se produjo un motín militar el 18 de abril de 1828, en cuya refriega fue herido el Mariscal de Ayacucho, en un brazo.
Luego de su restablecimiento, renuncio a la Presidencia de Bolivia, y antes de abandonarla para siempre, dejó un mensaje a nuestro país en el que dice: “Aún pediré otro premio a la Nación: el de no destruir la obra de mi creación y de conservar por entre todos los peligros, la Independencia de Bolivia”.
Cuando Sucre viajaba, de Bogotá a Quito, para reunirse con su esposa y al pasar por una encrucijada de Berruecos, fue muerto por cuatro balas de fusil que impactaron en la cabeza y el pecho, cayendo muerto de su caballo. Así murió trágicamente, este paladín de la Independencia de América, el 4 de Junio de 1830.
Hace 219 años nacía, Antonio José de Sucre y Alcalá fue quizás, después de Simón Bolívar, el más importante líder de la gesta independentista latinoamericana, pues, además de su genio militar, fue hábil político y diplomático. Hoy Sucre y Bolívar resucitan para nuestra generación en los millones de hombres y mujeres que asumen el compromiso de culminar la Independencia y consolidar la unidad de Nuestra América.
Fuente: Educa Bolivia
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