PC (15-07-12).- Presentamos la entrevista del periódico Cambio al senador Adolfo Mendoza, a propósito del proceso de consulta en el Tipnis.
—¿En qué fase se encuentra el proceso de realización de la consulta?
—La primera fase necesariamente tiene que estar determinada para concertar el protocolo, en coordinación con los ministerios encargados de la consulta y los corregidores de las comunidades del Tipnis. Una vez que se cierra esta fase de construcción del protocolo, tomando en cuenta las normas y procedimientos propios de los tres pueblos del Tipnis, se pasa a una segunda fase. No es que la consulta se va a iniciar recién, el proceso ya comenzó.
El 29 de julio es el momento ya no de la preparación sino del desarrollo de la consulta, pero antes es necesario diseñar una estrategia que permita acopiar toda la información pertinente sobre el objeto de la consulta, y esto incluye la concertación con los corregidores del Tipnis. El error que se comete es decir que absolutamente todas las comunidades y pobladores del Tipnis deberán estar de acuerdo con los términos del protocolo, las normas y procedimientos propios que ellos tienen no funcionan de esa manera.
Varias comunidades del Tipnis deciden por un mecanismo, no hay un voto que privilegie el diálogo entre ellos, y, aunque algunos se oponen, lo cierto es que la minoría acata la decisión de la mayoría, pero como un acuerdo interno. Esto de la totalidad de las comunidades, de los habitantes, es un mito; esos son los términos que hay que aclarar. En todo caso, ya están sentadas las bases para pasar al acopio de la información y luego desplegar las actividades en coordinación y cooperación con las comunidades y los corregidores, mucho más con la incorporación de veedores y observadores que también están definidos por ley.
—¿El Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrático (Sifde), brazo operativo del Tribunal Supremo Electoral, a partir del 29 realiza la tarea de observación y acompañamiento de la consulta?
—Este tipo de procesos no son como los calendarios y procesos electorales, donde uno tiene un calendario, una fecha de inscripción y cierre de inscripción, de votación, de escrutinio, de elaboración de actas y de informe, eso sucede en la democracia formal, pero la consulta no es un mecanismo de representación formal, el Sifde está observando todo el proceso, ya hizo el acopio, pero el momento en que ingresen a las comunidades, ahí el Sifde deberá estar presente.
—El presidente de la Subcentral Sécure, Carlos Fabricano, dijo que la mayoría de las comunidades opta por el cabildo como modalidad de la consulta, ¿qué opina al respecto?
—Esa es una de las modalidades de la democracia comunitaria, que ellos manejan de manera ancestral. El cabildo permite adoptar decisiones por aclamación luego de una amplia discusión, no es algo que amerita necesariamente el voto, el voto se lo hace después del cabildo para consagrar una decisión mayoritariamente consensuada.
—¿La posición de la IX Marcha, de no permitir la consulta en las comunidades que controlan, no pone en riesgo su realización?
—En ningún momento, reiteramos que todos los caminos conducen a la consulta, y quien lo hace se opone a los derechos de sus propias comunidades, a un derecho indígena reconocido en Bolivia y a nivel internacional.
—¿De darse esa situación, qué medidas se tendrían que adoptar con las comunidades que se cierren a la consulta?
—No es necesario adoptar ningún tipo de medidas, ellos tienen normas y procedimientos propios que les permiten definir incluso en ausencia de algunos de sus miembros, eso es parte del trabajo que realizan.
—¿Considera que la voz que trajeron los dirigentes de la IX Marcha no es necesariamente la de los habitantes de esos pueblos?
—Hay distintas voces, por eso precisamente se consulta, pero la IX Marcha no representó a la mayoría de las comunidades del Tipnis, era una marcha integrada por actores externos al Tipnis y de otros pueblos, activistas del medio ambiente, políticos y personas que no tiene nada que ver con la problemática del Tipnis, la IX Marcha no puede ser legítima cuando se enfrenta a un derecho indígena.
—¿El vicepresidente Álvaro García Linera abrió la posibilidad de que se modifique la fecha del 29, se lo puede hacer?
—Volvemos a insistir en que el proceso ya comenzó, otra cosa es cuando se inician las otras fases, que comenzó con la promulgación de la Ley 222. La fecha de cierre, aunque la ley establece un plazo, es posible de modificar, porque no sucede lo mismo en una consulta que en un referéndum o elección formal; si es necesario ampliar los plazos de cierre de la consulta entonces por supuesto podemos modificar ese artículo de la Ley 222.
—¿Al margen de los 45 corregidores que firmaron el acta con el Gobierno, hay otros más que se han sumado?
—Según ha declarado el Ministro de Obras Públicas, el 90 por ciento de las comunidades habrían concertado para la realización de la consulta. En todo caso, esto amerita una mesa de concertación entre los corregidores y los representantes de las tres subcentrales: Tipnis, Sécure y Conisur, quien no asiste no tiene por qué oponerse a las decisiones que se adopten en dicha mesa de concertación.
—¿Por otra parte, cómo va el proceso de elaboración de la Ley Marco de Consulta?
—La Ley Marco de Consulta va avanzando, tenemos los insumos mayores, la Asamblea Legislativa Plurinacional ha diseñado una serie de talleres durante lo que queda de este mes y en agosto, para seguir deliberando. Después de todo este trabajo y de la socialización que las dirigencias nacionales hagan en sus propias bases, es decir la Cidob, Conamaq, CSUTCB, ‘Bartolinas’, interculturales. Nuevamente tendremos más elementos para discutir y se convocará a otra gran reunión nacional para obtener esos insumos y contar con elementos que nos permitan discutir el anteproyecto de Ley de Consulta.
—¿Cuándo estará lista, para ser debatida?
—Este año, no sabemos cuánto tiempo llevará a las organizaciones realizar las consultas internas.
—¿Esta primera consulta en el Tipnis será un aporte importante para la Ley Marco?
—Importantísimo, no sólo para la Ley Marco, sino para la democracia en el país, porque en realidad de lo que se trata es de implementar un nuevo mecanismo de democracia intercultural.
Fuente: Cambio
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