En diciembre de 1996, la Hilandería Santa Cruz Hilancruz fue adjudicada a la empresa Santa Mónica Cotton Trading Co. propiedad de la familia Garáfulic-Lehm, en 4 millones de dólares, muy por debajo de la recomendación hecha por la consultora evaluadora que propuso un precio de venta de 7 millones de dólares.
La inversión realizada por el Estado, para el montaje e inicio de actividades de la fábrica en 1981, fue de más de 54 millones de dólares. A poco tiempo de esta compra a bajo precio, la familia Garáfulic - Lehm decide transferir el 50,01% de las acciones de Hilancruz al empresario Andrés Petricevic Raznatovic, quien, en una singular administración, contrae deudas con más de 119 acreedores, por un monto de $us 63.456.882.
Según Garáfulic, su persona habría vendido el 100% de su participación a los 3 años de haberla comprado y que le quiebra de Hilancruz fue después que él vendiera sus acciones.
“Cuando se compró esta empresa estaba quebrada, no tenía ni un empleado, debía impuestos, proveedores”, dijo.
“El trabajo que va a hacer esta comisión es muy importante porque hay que saber por qué en el pasado quebraron tantas empresas estatales, precisamente para no cometer los mismos errores, creo que este trabajo es bueno y positivo, porque evitará que el país cometa los mismos errores”, destacó así Garáfulic el trabajo de la Comisión.
En este sentido, el senador Adolfo Mendoza, presidente de la Comisión Especial Mixta que investiga la privatización y capitalización en Bolivia, manifestó que esta comisión realizará su informe respectivo con base en las declaraciones del señor Garáfulic.
“Toda información es valiosa para la comisión y para el país, nosotros hemos valorado que se presenta más allá de algunos comentarios sobre conversaciones informales con otros empresarios, documentos muy concretos, pero en todo caso la oralidad es algo que también tiene mucho fundamento en términos de argumentación y nosotros por supuesto que hemos generado la necesidad de escuchar y dar la oportunidad de descargarse a todas las personas que de pronto tengas sus observaciones”, indicó.
Según Mendoza, no es tan evidente que Hilancruz estaba en una condición deplorable en ese momento de la privatización, no es evidente que estaba en quiebra y eso consta en las auditoras privatizadas, frente a las aseveraciones de Garáfulic en sentido de que compró una fábrica quebrada.
Lo fundamental es aclarar que, del total de las acciones transferidas, mayoritarias y minoritarias, el 50% de las acciones fueron a parar a manos de Petricevic que se convirtió, en ese entonces, con ese porcentaje en el director de la empresa Santa Mónica, que después de algunos créditos quebró.
“A nosotros no nos interesa lanzar el dedo acusador contra nadie en particular”, mantuvo.
Finalmente, aclaró que el interés de esta Comisión Especial es escalecer lo que sucedió en el proceso de privatización como una fórmula que implicó gran pérdida para el Estado Boliviano
“Aunque quieran politizarlo, este es un tema que debe tratarse con objetividad, que debe tratarse con mucha seriedad y mucha responsabilidad, independiente de las posiciones políticas. Aquí se trata de modelo de construcción de un país, no se trata de una perspectiva ideológica que defienda a uno u a otro”, enfatizó Mendoza.
Fuente: Prensa Senado
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