Pieb (28-11-13).- En 25 años de cooperación bilateral entre los Países Bajos y Bolivia, la cooperación internacional transfirió cerca de 1.180 millones de dólares para distintos proyectos enfocados en la lucha contra la pobreza, y centrados principalmente en temas de educación, según el balance de cierre de esa cooperación presentado esta semana por la Embajada de los Países Bajos. La mayor parte de los recursos (61%) se orientó al sector público y en muchos casos se trabajó con otros países en canastas de fondos para distintos programas.
Los representantes de organizaciones contrapartes de la cooperación de la Embajada de los Países Bajos, funcionarios de esas instituciones, autoridades, incluida la ministra de Autonomías, Claudia Peña, y técnicos de instituciones estatales se dieron cita en el Círculo de la Unión, en la ciudad de La Paz, para presenciar la entrega pública de una autoevaluación hecha a los 25 años de la experiencia cooperante de los Países Bajos en Bolivia.
En ese escenario la cooperación neerlandesa en el país presentó, a la cabeza del embajador del Reino de los Países Bajos, Ronald Muijzert, doce estudios específicos y ocho documentos principales que sistematizan el trabajo e intervención de esa legación diplomática en distintas problemáticas internas, y que al mismo tiempo marcan el cierre de un ciclo.
La ministra de Planificación del Desarrollo, Viviana Caro, comentó que se trata de “la rendición de cuentas más exhaustiva” que un organismo cooperante ha presentado y que llega en un momento de “madurez” en la relación de Bolivia con los Países Bajos. “Es una relación más fuerte y más simple”, dijo en referencia a que en adelante continuará el acompañamiento del ese país pero orientado a priorizar las relaciones económicas y comerciales bilaterales y el acceso a tecnología y conocimiento desarrollado en Holanda.
La Embajada del Reino de los Países Bajos se retira del país este año, dejando a sus representantes comerciales y culturales. El nuevo contexto está dado por nuevas modalidades de cooperación (sur-sur, ayuda tecnológica, etc.), dentro de las que las autoridades bolivianas esperan contar con la cooperación holandesa para llegar a nuevos actores, enfocándose hacia nuevas regiones, con nuevas modalidades de trabajo y nuevas formas de relación. Muijzert aclaró que muchas cosas han cambiado en la vinculación bilateral y que su país no quiere más una relación entre donante y beneficiario con Bolivia, sino abrir un proceso entre “socios del mismo valor”.
La sistematización de experiencias fue presentada por Anke van Dam, Gary Montaño y Janette Trujillo, pero hubo muchos facilitadores, entre profesionales bolivianos y extranjeros, que contribuyeron a elaborar los informes. El resultado muestra etapas claramente diferenciadas de la presencia de los Países Bajos: de arranque de la cooperación (1983-1989), de ampliación (1990-1997), de transformación (1998-2002), de intensificación (2003-2006) y de transición (2007-2010).
En 25 años, la cooperación transfirió 1.180 millones de dólares a distintos programas, principalmente centrados en temas de educación (31%), aunque la lucha contra la pobreza fue el objetivo central todos los años junto al desarrollo de políticas públicas para enfrentar problemáticas. La cuasi década de 1990 a 2009 recibió la mayor parte de los fondos de ayuda, y la política cooperativa fue reconocer el liderazgo de las contrapartes bolivianas y respetar sus propias directrices.
Los aportes se hicieron bajo un enfoque de procesos, no de resultados, que se adaptaba mejor “a las necesidades de apoyo a políticas y programas interrelacionados, y no solo referido a los temas transversales, sino, por ejemplo, a las actividades incluidas en gobernabilidad, descentralización, participación popular, Defensor del Pueblo y Órgano Electoral, que tuvieron y tienen una implicancia para todo el programa de cooperación” de Holanda.
La investigadora Ann Chaplin, invitada a comentar la presentación de los informes, los destacó como “bastante autocríticos” en su reflexión y sistematización de 25 años de experiencia. Al terminar su intervención, la comentarista dejó algunas preguntas para responder en el futuro a los representantes de la cooperación, entre ellas ¿cuál es su balance del proceso de apuntalar la soberanía del Estado?, ¿cuál su evaluación del enfoque sectorial que siguieron?, ¿cómo se puede aprovechar la relación entre gobierno y cooperación?, ¿cómo adaptarse al periodo de salida de la cooperación en tanto comience otro proceso con miras a un trabajo futuro?
Fuente: PIEB
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