SD (19-11-13).- Las ciencias sociales y naturales deben integrarse más estrechamente para responder a la transformación de la sociedad ante el cambio ambiental global, según un importante informe dado a conocer hoy en París, Francia.
Las ciencias sociales deben investigar más eficazmente las “causas humanas, vulnerabilidades e impactos” del cambio ambiental pues afecta los medios de subsistencia de la gente, las opciones de supervivencia y las formas de vida, dice el Informe Mundial de las Ciencias Sociales 2013: Cambios Ambientales Globales, producido conjuntamente por la UNESCO, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y el Consejo Internacional de Ciencias Sociales (ISSC por sus siglas en inglés).
“Sea en los hemisferios Norte o Sur, el comportamiento humano contribuye significativamente al cambio climático”, dice Olive Shisana, presidenta de ISSC, en el prefacio del informe. “La reducción de gases de efecto invernadero está indisolublemente ligada a la conducta humana y al modelo de desarrollo que elegimos seguir”.
En el norte, la gente quiere mantener su estilo de vida; en el sur, la gente quiere tener un estilo de vida similar, lo que “complica el asunto”, anota.
A pesar del papel que juega la conducta humana, “las ciencias sociales han permanecido marginadas de la investigación sobre el cambio ambiental mundial”, subraya el informe que advierte que “ahora no es tiempo de permanecer al margen” porque el cambio climático y ambiental crean “desconcertantes crisis humanas y el mundo lucha para encontrar una senda más segura y sostenible para el futuro”.
Cambios globales
Los autores del informe señalan que la tendencia hacia la investigación interdisciplinaria es lenta en todas partes.
La resiliencia o el colapso de los sistemas no se pueden entender solo a través de mediciones de los aumentos de temperatura, la predicción de terremotos o el seguimiento de las tormentas tropicales, advierten. Las diferencias regionales en el estancamiento o desarrollo económico no se explican adecuadamente por las condiciones climáticas, el número de especies o la cantidad de recursos naturales.
“La ciencia que pretende que ‘aquí no pasa nada’ está cada vez más desacreditada y cuestionada incluso entre los propios científicos”, subraya el informe.
“La carga de la fuerte presión de hoy para que la ciencia sea relevante recae en particular en las ciencias sociales”, reconoce la directora ejecutiva del ISSC Heide Hackmann.
Los científicos sociales en antropología, economía, estudios del desarrollo, geografía, ciencia política, psicología y sociología necesitan colaborar más eficazmente con sus colegas de las ciencias naturales, humanas e ingenierías.
El informe también pide un nuevo tipo de ciencia social llamada ciencia de la sostenibilidad o ciencia de la transformación.
“En lugar de una larga lista de prioridades como seguridad hídrica, energía, tierra, etcétera, los verdaderos temas que las ciencias sociales tienen que entender y responder son el cambio y la transformación social”, señala Hackmann a SciDev.Net.
El cambio ambiental está interconectado con una multitud de otras crisis, riesgos y vulnerabilidades que cada sociedad confronta actualmente y debe ser entendido en conjunto para abordarse también en conjunto, escribe Irina Bokova, directora general de la UNESCO en el prefacio del informe.
Desigual capacidad de investigación
Según el informe, la capacidad actual de las ciencias sociales para investigar el cambio ambiental y la sostenibilidad global, y para influir en la investigación, la ciencia política y el financiamiento “es altamente desigual alrededor del mundo e inadecuada en todas partes”.
“En la mayor parte del hemisferio sur y en los países emergentes, prácticamente no hay financiamiento dedicado a la investigación de ciencias sociales en temas de cambio ambiental global, y el apoyo institucional es limitado”, sostiene en el informe Françoise Caillods, asesor principal de ISSC.
En África, la investigación todavía está dominada por las ciencias naturales y, en consecuencia, los desafíos ambientales “son entendidos en su mayoría en términos de sus detalles técnicos”, escribe en el informe James Murombedzi, coordinador de la Iniciativa de Gobernabilidad Responsable de los Bosques del Consejo para el Desarrollo de la Investigación de Ciencias Sociales en África.
Los científicos sociales de ese continente, por lo general en colaboración con investigadores de otras partes, están comenzando a centrarse en las implicancias del cambio climático sobre los medios de vida y el desarrollo.
John Beaton, director ejecutivo de la Asociación de Consejos de Investigación en Ciencias Sociales del Asia, indica en el informe que los avances para mejorar esta situación en Asia y el sur del Pacífico tienden a ser lentos y fragmentados.
“Se requieren plataformas donde los científicos naturales y sociales de una serie de disciplinas puedan discutir, planificar y examinar oportunidades de investigación colaborativa antes de solicitar un financiamiento”, expresa.
En América Latina, los gobiernos priorizan la investigación sobre el clima y los eventos climáticos extremos, pero las prioridades difieren en la región, precisa el informe. Los países amazónicos están cada vez más involucrados en programas globales de investigación, dada la importancia geopolítica de la Amazonia.
Sin embargo, hay pocos programas interdisciplinarios en la región y “la mayor parte de los formuladores de políticas no están relacionados con investigación sólida e independiente”, resalta el documento.
Enlace al Informe Mundial de Ciencias Sociales 2013: Cambios Ambientales Mundiales (en inglés)
Fuente: SciDev
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