El diputado del MAS, Jaime Medrano, admitió que pueden presentarse algunas complicaciones, pero de ninguna manera una paralización de sus actividades.
“Considero que es una buena medida el hecho de que se exija la renuncia a los legisladores que quieren postularse a la reelección para que no perjudiquen el trabajo legislativo y no politicen las leyes cruciales para el país”, aseveró.
Asimismo, el senador oficialista Adolfo Mendoza descartó que se genere un vacío de poder porque diputados y senadores suplentes serán habilitados para dar continuidad a la gestión hasta concluir con la agenda planificada.
“Hay tareas que cumplir. Nada garantiza que se cierre la Asamblea Legislativa porque en caso de habilitarse algunos titulares o algunos suplentes, los titulares restantes continuarán su labor o los suplentes asumirán la titularidad. Por tanto, el proceso de aprobación de leyes continuará”, afirmó el senador del MAS.
Mendoza recordó que todas las demás autoridades actuales que quieran volverse a postular en esta elección como diputados y senadores deben presentar su renuncia 90 días antes de la fecha fijada para las elecciones generales.
También, el asambleísta oficialista perfila la renuncia de más del 20 por ciento de sus mejores asambleístas en el Órgano Legislativo para tener la posibilidad de la reelección y, en otros casos, para postularse a ser candidatos a parlamentarios supranacionales en los comicios de octubre próximo.
El objetivo es darle la continuidad al trabajo legislativo que viene desarrollando la Asamblea Plurinacional y no comenzar de cero con los “novatos” que lleguen a ser electos, según la explicación del diputado del MAS Javier Santibáñez Camacho.
Fuente: Opinion
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