Pieb (20-05-14).- “El proceso de descolonización de las políticas ambientales y de bosques en el Estado Plurinacional de Bolivia no es una tarea fácil”, sentencia Diego Pacheco en su trabajo “Una mirada a la política de bosques en Bolivia”, publicado recientemente con la Universidad de la Cordillera. Según el académico, la construcción de las nuevas políticas ambientales y de bosques pasa por soñar la aplicación de la nueva Constitución Política del Estado trasladando las visiones del Vivir Bien y de la Madre Tierra al ámbito de la gestión pública intercultural.
En su trabajo, Pacheco, hace una relación de los procesos de construcción la propuesta internacional de Bolivia y la construcción normativa e institucional dentro del país en torno a la política de manejo de bosques. En ese camino, el autor muestra el panorama de la deforestación y la expansión de la frontera agrícola, sugiriendo –entre otras cosas-- encarar acciones planificadas de gestión de la frontera agrícola en el marco de una visión de fortalecimiento de funciones ambientales de los bosques.
Según Pacheco, Bolivia ya ha producido una legislación poco convencional que es la de la Ley No. 300 Marco de la Madre Tierra y Desarrollo Integral para Vivir Bien en la medida en que incorpora visiones filosóficas de ideológicas de los pueblos indígena originario campesinos y articula una visión del Vivir Bien y la Madre Tierra en diferentes niveles.
La nueva política ambiental de Bolivia ya está contenida en la Ley No. 300 Marco de la Madre Tierra, que ha dado un giro a las políticas precedentes. “Sin embargo, el desafío pasa por aplicar la norma para en la práctica ir matando la visión neoliberal ambiental. Por otra parte, se trata de mitigar los impactos que en el ámbito internacional vienen impulsándose con un nuevo paradigma mundial que es el de la economía verde o del capitalismo verde”, sostiene Pacheco.
Para él, la Ley No. 300 Marco de la Madre Tierra Bolivia ha dotado de un poderoso instrumento para cuestionar el modelo capitalista de mercantilización de la naturaleza en el ámbito mundial y para impulsar el proceso de cambio en el ámbito ambiental en lo interno.
“Esta Ley constituye una norma de gran envergadura que generará cambios fundamentales en el país, donde un aspecto fundamental es el establecimiento de cuatro derechos complementarios que permiten crear el escenario para alcanzar el Vivir Bien a través del desarrollo integral en armonía y equilibrio con la Madre Tierra. La Ley establece los procesos de articulación de los derechos de la Madre Tierra con la gestión integral de los derechos fundamentales de las personas establecidos en la Constitución Política del Estado, así como con los derechos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, comunidades interculturales y afrobolivianas, y un derecho central que es el de la erradicación de la pobreza material, social y espiritual en el país, como la base para la consolidación del Vivir Bien”.
Bosques "reales"
La Ley No. 300 también en la creación de la Autoridad Plurinacional de la Madre Tierra y del Mecanismo Conjunto de Mitigación y Adaptación para el Manejo Integral y Sustentable de los Bosques. En su trabajo, Pacheco lo destaca como “muy importante”, en la medida en que Bolivia es uno de los países más vulnerables al cambio climático.
“La Ley Marco de la Madre Tierra ha incorporado un nuevo paradigma en el marco del Vivir Bien que ya no distingue conservación de los bosques y desarrollo integral y más bien los articula como una sola totalidad en los sistemas de vida. De este modo –dice el autor--, en el corazón de la propuesta boliviana está el ejercicio de los derechos complementarios y la creación de condiciones para el sostenimiento de las capacidades de regeneración de los sistemas de vida de la Madre Tierra”.
Fuente: PIEB
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