Pieb (16-09-13).- Los valores y las habilidades sociales se aprenden en la familia y con el ejemplo, pero también son elementos que se pueden adquirir en la escuela con un trabajo vivencial y sistemático del maestro/a con los niños y niñas, dice la pedagoga Geraldine Castro, quien ha pensado y creado material didáctico para ayudar a profesores/as y padres con ese propósito.
El material escolar está diseñado para aplicarse en cinco años, desde el pre kínder, kínder, primero, segundo y tercero de primaria. Es decir para trabajar con niños y niñas entre los 4 a 8 años de edad. Castro hizo una sistematización de su experiencia como maestra de nivel primario, conversó con otras maestras, observó el desarrollo del aprendizaje de habilidades sociales en la escuela y, posteriormente, planificó y creó el material para acompañar ese aprendizaje.
“En este momento hay escuelas que utilizan material didáctico no hecho en Bolivia. Yo he querido ver la problemática para responder tanto a la nueva normativa en educación (Ley Avelino Siñani-Elizardo Pérez) como a la necesidad práctica del desarrollo del curso”, dice Castro, en la idea de que las habilidades sociales preparan a las personas, en este caso a los menores, a convivir armónicamente con sus pares y con su entorno.
La idea es que la formación de los valores y habilidades sociales es una responsabilidad tanto de la familia como de la institución escolar, más en un contexto en el que existen crecientes problemas sociales y violencia, a la vez que un acelerado desarrollo de la tecnología y la informática. Actualmente puede haber niños estimulados con capacidad de lectura a los 4 años de edad, pero con dificultades de relacionarse con otros pequeños, ahí es donde entra la formación complementaria.
Los valores y habilidades sociales que se desarrollan en fichas, libros y guías didácticas para maestros son 19: identidad, orden, respeto, esfuerzo, alegría, obediencia, sinceridad, responsabilidad, compañerismo, cooperación, fortaleza, cuidado del entorno, higiene personal, autoconocimiento, autoestima y autonomía, relaciones, convivencia, lenguaje y comunicación. Algunas de estos valores y habilidades se aprender y refuerzan a lo largo de los cuatro años.
Los materiales para la etapa de formación inicial, por ejemplo, apuntan a fomentar el crecimiento integral, aprender a conocerse a sí mismos/as, expresar sin temor sus ideas (emociones, pensamientos, sentimientos, gustos, dificultades), aprender a controlar sus acciones y sentimientos, desarrollar una inteligencia emocional sana, tomar decisiones adecuadas y superar las dificultades cotidianas, relacionarse positivamente con otras personas, construir relaciones armónicas con su entorno, conseguir bienestar y ayudar a crear una sociedad respetuosa.
El conjunto de herramientas didácticas consta de fichas que se aplican cada quince días (un promedio de 8 por año, o cada 30 semanas); los libros cuentan con gráficos en colores agradables para los niños, casillas de seguimiento del aprendizaje, preguntas motivadoras, actividades, dinámicas, juegos, historias, guiones de dramatización; guía didáctica para el trabajo docente; guías para los padres en planes concretos; láminas con stickers con caritas felices para incentivar el trabajo de ciertas fichas.
Geraldine Castro puso dos años de trabajo y autofinanció su propuesta, que pronto comenzará a introducir en las escuelas en la ciudad de La Paz.
Para mayor información sobre la propuesta y los materiales didácticos de Geraldine Castro es posible remitirse a castrogeraldine@gmail.com.
Fuente: PIEB
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