RMR (26-03-12).- Hay una serie de postulados que resumen en buena forma la propuesta que llevarán a Río+20 las organizaciones indígenas que representarán a los pueblos andinos. En primer lugar, es urgente que las políticas gubernamentales pongan el énfasis en los derechos territoriales, la diversidad biológica y cultural, y también es necesario hacer un balance de cuánto se cumplieron los objetivos de la Cumbre de la Tierra, efectuada en 1992, también en la ciudad brasileña de Río de Janeiro.
Eso se desprende de un documento elaborado por la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI), que en cierta forma asume el compromiso de concurrir ante esa instancia para confrontar visiones, y garantizar así una verdadera protección y promoción de los conocimientos ancestrales.
Para ellos el concepto de Buen Vivir sigue siendo el principal paradigma al momento de analizar estas temáticas. “Estamos convencidos que tenemos mucho que aportar: nuestros conocimientos y prácticas ancestrales sobre el uso y la conservación del agua, nuestra riquísima biodiversidad natural y social”, señalan desde la CAOI.
Y también hay discusiones de fondo que es importante generar en estos espacios, por ejemplo que las soluciones de mercado son inviables y que la salida para enfrentar la crisis climática necesariamente debe pasar por cambiar la matriz capitalista de producción y consumo.
En una entrevista que difunde la CAOI a través de La Voz de los Movimientos, el investigador Pablo Ortiz, especialista en cambio climático, asegura que las organizaciones indígenas andinas y amazónicas “se han puesto al día” de estas discusiones en los últimos años, por ejemplo al participar en las conferencias de Naciones Unidas de Cancún, Copenhague y Durban.
“Pero ahora hay que confrontar desde una perspectiva de los pueblos andinos, de los pueblos de altura, que tienen problemáticas comunes con los pueblos amazónicos”, detalló Ortiz.
Según su punto de vista, es necesario que las naciones más pobres cuestionen en estos ámbitos la matriz energética y productiva de los países más desarrollados, que son los mayores emisores de gases de efecto invernadero y como tales deberían contribuir con mayores recursos para mitigar los impactos y que los países en desarrollo accedan a tecnologías limpias.
“Los gobiernos tienen estos temas en las agendas, el problema es cuánto han incluido a los pueblos indígenas en esa agenda. Ahí falta seguir avanzando”, evaluó el especialista. Ortiz advierte por los riesgos que corren las tierras agrícolas y los recursos hídricos en países como Perú, que podrían tener consecuencias dramáticas en materia de soberanía alimentaria, ya que actualmente las comunidades indígenas son las que abastecen a toda la población.
Fuente: Radio Mundo Real
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