DW (29-01-14).- Escuelas básicas en todo el mundo, más igualdad de oportunidades en cuanto a la formación y menos alfabetismo. Estos son algunos de los objetivos que la UNESCO desea lograr hasta 2015, dentro de su programa "Formación para todos". La organización refleja los resultados de sus esfuerzos por mejorar la educación mundial en un informe anual, que en esta ocasión se ha centrado en la calidad del profesorado. En conversación con Deutsche Welle, Barbara Malina, responsable de la Comisión alemana de la UNESCO en el área educativa, explica por qué.
DW: Señora Malina, ¿se han producido avances positivos en la educación a nivel mundial?
Barbara Malina: Sí, sobre todo en lo referente al acceso a la formación. Desde el año 2000, ha crecido considerablemente la oferta para preescolares. En aquel entonces, solo un tercio de los niños iba al jardín de infancia. Actualmente, acude la mitad. Además, se ha reducido a la mitad la cifra de niños que no recibe ningún tipo de educación primaria.
¿Dónde reside entonces el problema?
En primer lugar, estos avances no deben ocultarnos el hecho de que existen grandes diferencias dentro de un mismo país en cuanto al acceso a la educación. En ese sentido, resultan siempre desfavorecidos los niños procedentes de zonas rurales, los pertenecientes a minorías étnicas y las niñas. Uno de los resultados más alarmantes de este reciente informe es que alrededor de 250 millones de niños de todo el mundo no cuentan con las competencias básicas en cuanto a lectura, escritura y aritmética, a pesar de que la mitad de ellos fue a la escuela durante cuatro años.
¿Es ese el motivo por el cual la UNESCO ha destacado la calidad del profesorado como punto principal de su informe?
Exacto. En él se refleja una grave crisis en los procesos de aprendizaje. En muchos países en desarrollo hay una terrible escasez de profesores. Se calcula que, en el período comprendido entre 2011 y 2015, tendría que haber cinco millones de profesores en activo, 1.6 millones de ellos de nueva contratación. Otras razones para la crisis educativa residen en la deficiente formación del propio profesorado, en la escasez de libros de texto y en las malas infraestructuras. Los países desarrollados también tienen problemas en la formación de sus minorías. Los maestros deben formarse especialmente bien para impartir clases a los grupos más desfavorecidos de la sociedad y eso no sucede de forma habitual.
¿Cómo se puede lograr que los países inviertan más dinero en la formación de sus profesores?
La educación debe ocupar un lugar prioritario en la agenda política. Ahí cabe apelar a la disposición y la correcta gobernanza de los distintos países.
En muchos lugares del mundo, hay gran cantidad de población adulta que no sabe leer ni escribir. Entre los objetivos que la UNESCO en el año 2000, figuraba el de reducir a la mitad la tasa de analfabetismo adulto en 2015. ¿Hasta qué punto se ha logrado?
Lamentablemente, alfabetizar adultos resulta poco rentable. Alrededor de 774 millones de personas de todo el mundo son analfabetas, de las cuales dos tercios son mujeres. Esta proporción continúa invariable desde hace años. La situación es particularmente dramática en el oeste del continente africano. En doce de los quince países de aquella zona, más del 50 por ciento de las mujeres son analfabetas.
¿Por qué es tan importante, no solo para el individuo, sino para toda la sociedad, tener una buena formación?
Existe una estrecha relación entre educación y lucha contra la pobreza, así como entre educación y salud. Se calcula que, en los últimos 20 años, gracias a que las madres están mejor formadas, se han salvado las vidas de más de dos millones de niños entre 2 y 5 años. Además, se ha establecido una relación directa entre educación y desarrollo sostenible, educación y tolerancia. En Latinoamérica quedó demostrado que las personas con su formación básica terminada eran más tolerantes hacia las minorías étnicas. El papel de la educación en el desarrollo del individuo es, hoy día, incuestionable.
En 2015 se cumple el plazo para lograr los objetivos sobre educación fijados por la UNESCO. Está claro que muchos de ellos no se alcanzarán. ¿Qué ocurrirá a partir de entonces?
A partir de 2015 se fijará una nueva agenda de desarrollo mundial para poder seguir avanzando. Actualmente, los distintos grupos de trabajo de la ONU se discuten sus puntos básicos. La UNESCO se esfuerza para lograr que la educación ocupe un papel central en esa nueva agenda de desarrollo.
Fuente: Deutsche Welle
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