SD (8-01-14).- La cantidad de desechos electrónicos producidos en el mundo aumentará en un tercio entre 2012 y 2017, según un pronóstico realizado por expertos de una alianza global creada para combatir la tendencia.
El pronóstico lo hizo la Iniciativa Resolver el Problema de los Residuos Electrónicos (Solving the E-Waste Problem (StEP) Initiative) al lanzar un mapa interactivo en línea que representa la cantidad de desechos electrónicos producidos en los diferentes países del mundo, y un informe que muestra la cantidad de residuos electrónicos enviados desde Estados Unidos hacia los países en desarrollo.
En promedio, cada persona en el planeta produjo siete kilogramos de desechos electrónicos en 2012, es decir 48.9 millones de toneladas en total, y StEP estima que la cifra llegará a 65.4 millones de toneladas en 2017.
Una gran cantidad de este tipo de desechos potencialmente peligrosos termina en los países en desarrollo, donde los gobiernos aún no prestan suficiente atención a este creciente problema, que también ofrece oportunidades de negocios, según Ruediger Kuehr, secretario ejecutivo de StEP.
Kuehr señala a Scidev.Net que el objetivo del mapa interactivo y del informe, lanzados el mes pasado (6 de diciembre), es permitir a los gobiernos, la industria y otras organizaciones planificar el manejo de sus residuos electrónicos y el reciclaje de teléfonos celulares, laptops, televisores y monitores de computadoras que son desechados.
El mapa se basa en datos de 184 países durante el 2012. Además de la cantidad de desechos electrónicos generados en cada país, muestra cuántos equipos eléctricos y electrónicos fueron puestos en el mercado y contiene las regulaciones nacionales relativas al manejo de estos residuos.
Kuehr espera que el mapa aumente la sensibilización sobre la magnitud del problema que genera el mal manejo de desechos electrónicos, especialmente en los países en desarrollo que carecen de regulaciones sobre el desmantelamiento de estos productos.
Estados Unidos produjo la mayor cantidad total de desechos electrónicos en 2012 —cerca de 9.4 millones de toneladas— seguido por China, que generó casi 7.3 millones de toneladas.
Per cápita, sin embargo, encabezó la lista Qatar, con 63 kilos por persona, nueve veces el promedio mundial, mientras que la menor producción global por persona se dio en Etiopía (680 gramos), y en la República Democrática del Congo (210 gramos).
EE.UU. exporta desechos electrónicos
El informe sobre la generación y exportación de desechos electrónicos por Estados Unidos fue escrito por expertos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) de ese país.
Los teléfonos celulares, los monitores de televisión y de computadoras son los tipos más frecuentes de desechos electrónicos despachados desde EE.UU., señala.
Parte de esta basura electrónica posteriormente viaja de manera ilegal a los países en desarrollo, donde es desmantelada, “en condiciones que pueden ser peligrosas para los trabajadores, su salud o el ambiente”, subrayó Jeremy Gregory, coautor del informe.
La mayor parte de los residuos que llegan a los rellenos sanitarios del mundo en desarrollo sin reglas claras para tratar este tipo de desechos es procesada como basura común y, de este modo, durante su procesamiento se liberan metales pesados, dioxinas y otros componentes contaminantes e incluso cancerígenos.
Oportunidades económicas
Gregory afirma que se requiere mejorar la transparencia y los controles gubernamentales para combatir el envío ilegal de residuos electrónicos.
“Los gobiernos deberían comenzar a investigar un poco más sobre este tipo de comercio”, manifiesta. “Lo que básicamente se tiene que hacer es pedir a los exportadores más información sobre el formato exacto de los productos que se están despachando o abrir los contenedores para verificar lo que hay dentro. Tiene que haber alguna aplicación de las leyes marítimas regulares que ya existen”, subraya.
Gregory también propone crear códigos de comercio que describan las características de los bienes comercializados. Esto podría funcionar como etiquetas para los residuos electrónicos durante su despacho a otros países, lo que potencialmente permitiría facilitar su seguimiento. Además, permitiría un acceso más abierto a los datos comerciales del nivel del cargamento para posibilitar un análisis más preciso de los flujos de exportación.
También le preocupa el manejo de los componentes peligrosos de esos productos, como los gases de los LED, y los ácidos usados para extraer metales valiosos de las placas de los circuitos, como oro, plata y aluminio.
“Varias regiones en China e India, y en algunos otros lugares de África, aún siguen manipulando artículos electrónicos usados de una manera perjudicial para los trabajadores y para el ambiente”, remarca Gregory.
No obstante, los productos electrónicos usados que todavía funcionan pueden proporcionar oportunidades para los ciudadanos y propietarios de pequeñas empresas en el mundo en desarrollo, agrega.
“Si hay una manera de poder estar seguros de que los aparatos electrónicos usados pueden tener una segunda vida para la gente que los necesita, a un precio asequible sería provechoso”, sostiene Gregory. “Necesitamos estar seguros que los productos que están yendo al mundo en desarrollo funcionan realmente y son productos operativos y no solamente basura”, precisa.
Y países como Sudáfrica están haciéndose cargo de los residuos electrónicos no deseados en instalaciones de reciclaje como el centro Piloto de Ciudad del Cabo.
Pero además de la inversión económica inicial que los países en desarrollo necesitarían para comenzar a procesar los residuos electrónicos de manera rentable, al Dr. Suthipong Sthiannopkao, profesor asistente de la Universidad Dong-A de Corea del Sur, y autor de varios artículos sobre este tema, también le preocupan las repercusiones que tendrían en los derechos de los trabajadores de esos países.
“La eliminación segura requiere una gran inversión inicial en equipamiento y capacitación del personal así como para seguir las regulaciones sobre la eliminación de desechos electrónicos”, dice a SciDev.Net. “Si puede ser rentable en los países en desarrollo, probablemente sea a causa de los menores costos de mano de obra y de la tierra”, asegura.
Fuente: SciDev
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