Carta Abierta
Señor
Eduardo
Rodríguez Veltzé
Estimado ciudadano:
El 9 de junio de 2005 usted asumió la Presidencia
del Estado boliviano con el mandato
expreso de convocar a las elecciones anticipadas de diciembre de 2005, en
las que nuestro actual Presidente, Evo Morales Ayma, ganó con una histórica
mayoría absoluta de votos. Según registran fuentes de información, usted “consideraba
excepcional su paso por la Presidencia, y aseguró que no le animaba ningún
propósito de orden político, partidario o personal, ya que era un miembro de la
Corte Suprema y pretendía "seguir siéndolo"[1].
Lo cual era evidente por el impulso que le dedicó a abrir el camino de la
reforma judicial, mientras fue Presidente de la Corte Suprema. El 22 de enero
de 2006, posesionó al Presidente Morales y se abrió una intensa y esperanzadora
etapa para la transformación del Estado y, con la realización de la Asamblea
Constituyente, entre 2006 y 2007, para la reforma del órgano de justicia, entre
otras tareas constituyentes que continuaron luego de la aprobación de la nueva
Constitución Política del Estado por voto ciudadano, en 2009. El mandato expreso de convocar a elecciones
anticipadas fue un servicio al país que interrumpió su labor para encarar la
reforma judicial, pero no cerró su posibilidad.
El 3 de abril de 2013, usted fue nombrado agente de
Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya con otro mandato expreso: representarnos en la
demanda contra Chile, para que el diálogo sea la vía que permita nuestro acceso
soberano al mar. Bajo la política de Estado definida por nuestro presidente,
luego de reuniones con expresidentes bolivianos y acompañado de un equipo
internacional, usted desarrolló una estrategia que hoy está consolidada. Este mandato expreso con seguridad nos
llevará a buen puerto. Los mandatos, a diferencia de otras decisiones de
representación política, son mecanismos democráticos más apegados a la
ciudadanía y a las decisiones soberanas. En este caso, el mandato del equipo
boliviano ante La Haya es colectivo, aunque las responsabilidades no dejan de
ser personales. Pero la responsabilidad por la Patria es un bien mayor que
debemos precautelar ante cualquier circunstancia, y el equipo boliviano tiene
una solidez que a la contraparte chilena le resulta insoportable por varias
razones, entre ellas porque sus representantes se debaten en los rincones de la
política con minúscula, convocando a oscuros oráculos para posibles
candidaturas en las elecciones de su país. Por el contrario, nuestro equipo
ante La Haya no tiene pretensiones mezquinas y le cobija el espíritu de
servicio a políticas de Estado. Ustedes ya cumplieron con ese mandato expreso, y sin duda lo seguirán
haciendo en los terrenos de La Haya o donde Bolivia les convoque.
Ese espíritu de servicio al bien común hoy tiene
otro nombre y se llama reforma de la justicia. De allí emerge otro mandato expreso, imperativo: la elección
de máximas autoridades del órgano judicial. Es el momento de contar con las
mejores mujeres y hombres, por su formación y los méritos necesarios para
asumir un gran desafío. Pero de nada sirven la formación y los méritos sin cualidades
idóneas, ética profesional y capacidad de liderazgo en la reforma del órgano de
justicia. La elección por voto ciudadano es el otro factor decisivo para que
esos rasgos cuenten con legitimidad. El voto garantiza la confianza, el apoyo
ciudadano para una auténtica coordinación y cooperación entre órganos de poder;
clave para la igualdad jerárquica entre órganos del Estado que no pueden
subordinarse entre sí.
Por estas razones, estimado ciudadano, lo sabe al
igual que yo, ese otro mandato expreso
emergerá del proceso electoral para
autoridades del órgano de justicia. Usted tiene la posibilidad de retornar
fortalecido por las transformaciones que vive Bolivia, a su anhelo personal,
profesional y ciudadano de encarar la reforma en la administración de justicia.
Mi experiencia como partícipe del proceso constituyente y como senador de la
primera Asamblea Legislativa del Estado Plurinacional me indica que es un
camino correcto. Como hijo de quienes nos dieron el orgullo de nacer en
Bolivia, como padre de familia y ciudadano hijo de esta Patria, le solicito que
se presente a las elecciones judiciales de octubre próximo. Le convoco a que
acepte éste desafío que es, en realidad, el desafío de todas las bolivianas y
bolivianos.
Un atento saludo,
Adolfo
Mendoza Leigue
Cochabamba, mayo de 2017.
[1] https://www.cidob.org/biografias_lideres_politicos/america_del_sur/bolivia/eduardo_rodriguez_veltze.
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